El Gobierno ha nombrado nuevo presidente de Renfe a Juan Alfaro, en sustitución de Pablo Vázquez, quien ha dirigido la compañía ferroviaria pública durante los dos últimos años. Alfaro ha desarrollado toda su trayectoria profesional en el sector público, actualmente en el Ministerio de Fomento. Desde abril del 2012 ocupaba la dirección general de la Sociedad Estatal de Infraestructuras Terrestres (Seittsa), compañía encargada de construir proyectos de tren y carreteras, y llamada a asumir las autopistas quebradas.

En su nueva etapa como presidente de Renfe tendrá como principales retos preparar a la empresa para la ruptura de su monopolio en transporte de viajeros en tren, si bien el Gobierno acaba de retrasar la apertura de este mercado hasta el 2020. Además, deberá impulsar el tráfico ferroviario de mercancías para que este negocio salga de pérdidas.

Juan Alfaro toma los mandos de la compañía ferroviaria cuando la empresa está a punto de cerrar el 2016 como segundo año consecutivo en beneficios, tras lograr en el 2015 las primeras ganancias de su historia. Asimismo, tendrá que gestionar el suministro de los nuevos trenes AVE que su antecesor dejó adjudicado a Talgo, que se empezarán a recibir en tres años, y el previsto crecimiento del negocio de Alta Velocidad por el aumento de la movilidad y la puesta en servicio de nuevas líneas.

La presidencia de Renfe conlleva asumir el control del consorcio de empresas españolas que construyen el AVE La Meca-Medina, que la compañía ferroviaria tendrá que explotar, de forma parcial a partir de diciembre del 2017, y en su totalidad desde enero del 2018.

En este caso, Alfaro toma el relevo semanas después de que el grupo lograra un acuerdo con el Gobierno árabe por el que las empresas españolas contarán con catorce meses más para acabar la línea sin riesgo de sanciones por retraso. El nuevo presidente de Renfe cuenta con experiencia, además de en el sector público, en materia de inversión y gestión de infraestructuras.