Suspiros de alivio en París y Roma, después de semanas de tensión. El presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, han alcanzado esta tarde en Lyon un acuerdo sobre los estratégicos astilleros galos de Saint-Nazaire, que Francia había nacionalizado temporalmente en julio, evitando que pasaran directamente bajo control de la empresa italiana Fincantieri.

Según lo pactado, se ha tratado de una solución de compromiso, alcanzada a través de un delicado ejercicio de equilibrismo industrial y diplomático para satisfacer los intereses en juego. A los italianos ha ido el 50% de los astilleros, más un 1% “prestado” por el Gobierno francés por un periodo de 12 años, lo que les permite asumir la gestión operativa, según la agencia AFP. A los franceses, en cambio, se les ha concedido el derecho de veto sobre diversas cuestiones estratégicas, entre ellos la elección del consejero delegado.

Colaboración entre STX France y Fincantieri

El acuerdo, que prevé en principios una colaboración entre STX France y Fincantieri —aunque el grupo Naval Group podría integrar la alianza en el 2018 —, parte con el ambicioso proyecto de trabajar a la construcción de modernos sistemas de defensa naval. Eso incluye un plan para desarrollar próximamente “airbuses del mar”, civiles y militares, para luego participar en grandes subastas internacionales, según el diario italiano La Stampa. Mientras que la concesión del 1% solo podrá ser revocada a Italia por graves incumplimientos.

El anuncio pone fin a una disputa que continuaba desde julio y que se había endurecido en el último mes, sobre todo por las acusaciones italianas de que Francia estaba llevando adelante políticas “proteccionistas”. Esto tras que París hiciera saltar el anterior acuerdo de abril con el saliente gobierno de François Hollande, quien había permitido la compra por parte de Fincantieri del 66% de STX France.