La inversión en el sector hotelero en España alcanzó en el 2016 los 2.155 millones de euros, lo que supuso el segundo mejor año de la última década (2006: 1.600 millones), solo superado por el máximo histórico registrado en el 2015 (2.650 millones de euros), según los datos del último informe elaborado por JLL Hotels & Hospitality Group. No obstante, esta cifra supone un 18,6% menos de inversión con respecto al 2015 en un ejercicio 2016 durante el que se han adquirido más de 130 activos en España y en el que el perfil de los inversores ha cambiado notablemente, ganando peso el inversor internacional frente al nacional.

Si bien las operaciones de activos individuales dominaron prácticamente durante todo el año, tras la adquisición de la cartera de Merlin Properties por parte de Froncière des Régions por 535 millones de euros, la foto final del ejercicio ha cambiado.

Según la consultora inmobiliaria, el 66% de las transacciones fueron individuales frente al 34% correspondiente a carteras. Además, ha habido un protagonismo por parte de los activos urbanos, principalmente de Madrid y Barcelona, por delante de los destinos vacacionales.

Madrid copó el 28% del total de la inversión, con un volumen de 597 millones de euros, seguida de Barcelona, con 344 millones y el 16% del total. Por detrás, se sitúan destinos como Las Palmas (7,4%), Fuerteventura (7,4%), Mallorca (6,1%), Málaga (7,4%) y Valencia (7%).

La venta del Hotel Villa Magna de Madrid, que Dogus Group adquirió a Sodim SGPS por 180 millones de euros. Esta operación, asesorada por JLL Hotels & Hospitality, es a día de hoy la más alta en términos de precio por habitación (1,2 millones de euros) en la historia del mercado hotelero español, superando con creces la que ostentaba hasta ahora el título: la compra del hotel Ritz en el 2015 (casi 800.00 euros por habitación).

También destaca la venta por parte de AXA Investment Managers a Shaftesbury del Hotel Pullman Barcelona Skipper por 93 millones de euros o la compra del edificio Celenque por KKH Capital Group y Perella Weinberg RE por 80 millones, que alojará un futuro hotel.

PERFIL DEL INVERSOR

Los fondos de inversión han sido los principales actores en el mercado de inversión hotelera en España en detrimento de las 'socimis'. Así, fondos como Foncière des Régions con 19 hoteles y un volumen total de 535 millones de euros, HI Partners (ocho transacciones y un volumen superior total de 200 millones de euros); KKH Capital Parners conjuntamente con Perella Weinberg RE (80 millones de euros por el edificio Celenque) o Internos Global Inverstors (45 millones por la compra del Hotel Innside Madrid Suecia) han sido los más destacados del año.

Respecto a las 'socimis', Hispania Activos Inmobiliarias ha vuelto a apostar por el sector hotelero y sigue muy activa (cinco hoteles con un volumen total de 71 millones de euros), si bien está lejos de los más de 680 millones de euros que invirtió en el 2015.

LAS CADENAS HOTELERAS, MUY ACTIVAS

Las cadenas hoteleras también han estado muy activas en adquisiciones acumulando un volumen total de 486 millones de euros. Dentro de este grupo destaca la compra del Hotel Stella Canaris, un complejo hotelero de 1.164 habitaciones en Fuerteventura, que fue adquirido por Meeting Point Investment por una cantidad que JLL estima en unos 40 millones de euros.

La inversión del extranjero supuso el 56% del volumen total, con un importante peso durante 2016, en gran parte por la venta de la cartera de Merlin Properties, frente al 27% en el 2015. En cuanto a la categoría de los hoteles transaccionados, los de categoría 4 estrellas siguen siendo los claros dominantes del mercado, acumulando el 53% del volumen de inversión total registrado en el mercado, seguido por los establecimientos de cinco estrellas con el 30%.

ESPAÑA, EN EL PUNTO DE MIRA

De cara a 2017, el dinamismo continuará en el mercado y el interés de los inversores internacionales seguirá en aumento, por lo que la inversión se mantendrá en cifras similares a las del año 2016, según augura el informe de JLL Hotels & Hospitality Group, siendo inferior a la del 2015. Así, la consultora cree que la necesidad de las empresas de reducir deuda en sus balances, la estrategia cada vez más extendida de operadores hoteleros nacionales de 'vender el ladrillo' y quedarse con la gestión operativa de los establecimientos, o los signos positivos de la economía y el turismo,, sitúan al mercado hotelero español en el punto de mira de los inversores, tanto nacionales como internacionales.