El barril de petróleo de calidad Brent, de referencia para Europa, se situó ayer en máximos desde noviembre del 2014, al superar los 79 dólares. La escalada de precios, que comenzó con el anuncio del presidente de EEUU, Donald Trump, de romper el acuerdo con Irán, llega ante la incertidumbre sobre las nuevas sanciones que Washington puede imponer a Teherán y el ataque lanzado por Israel en suelo sirio contra objetivos iraníes tras el disparo de cohetes por efectivos persas contra los Altos del Golán. Se da la circunstancia de que Irán es uno de los mayores productores de crudo del mundo.

El precio del petróleo de referencia para Europa llegó a escalar hasta un máximo de 79,47 dólares, su precio más alto en tres años y medio. En lo que va de año, el precio del barril de Brent acumula una revalorización superior al 17%. Solo en la última semana el alza es del 5,12% y con respecto a los mínimos históricos del 20 de enero del 2016 (27,10 dólares) el aumento acumulado es del 190%. En la jornada de ayer, tras abrir al alza en 78,42 dólares, el barril marcó su mínimo diario en 77,9 y su máximo en 79,47 dólares, su nuevo máximo anual.

El aumento del petróleo tiene impacto en las economías de los países industrializados y aún más para los emergentes porque su intensidad energética es mayor, es decir, emplean más unidades de energía por cada 1.000 dólares de producto interior bruto (PIB). También afecta a un país como España, donde sigue suponiendo una buena parte de la factura de importaciones.

A su vez afecta a los precios de venta de los combustibles, las gasolinas y los gasóleos, si bien el componente de mayor importancia son los impuestos. Otra variable destacada son las cotizaciones de los productos derivados en mercados mayoristas, en las que también afectan los precios de refino del crudo. En España, los precios de venta al público de los carburantes han igualado los niveles del verano del 2015.

En el mercado de divisas, la cotización del euro frente al dólar se mantenía estable cerca de mínimos anuales por debajo de 1,19 dólares. En el mes de mayo, la moneda europea acumula una depreciación del entorno del 2% respecto al dólar.

En este sentido, Enrique Díaz-Alvarez, director de Riesgos de Ebury, explicó que «a corto plazo» parece que el impacto de la tensión diplomática entre EEUU e Irán «es positivo para el dólar», señalando que el aumento de la tensión internacional y de la posibilidad de conflictos en Oriente Próximo normalmente ha resultado en la compra de dólares como activo refugio.

TIPOS DE INTERÉS / Asimismo, Díaz-Alvarez apuntó que la subida del precio del petróleo como consecuencia de esta inestabilidad tiende a empujar al alza a la inflación y con ella los tipos de interés en EEUU, mientras que los de la eurozona continúan anclados por la política monetaria del BCE, ampliando el diferencial en tipos entre ambas zonas monetarias, con la consecuente presión al alza del dólar.

No obstante, matizó que, a más a largo plazo, las consecuencias son más difíciles de predecir, señalando que «la poca fiabilidad de EEUU como socio internacional obligará a Europa a reforzar mecanismos independientes de transacciones internacionales que no dependan del dólar». «Ello debería ayudar a extender el uso del euro como medio de pago internacional», añadió. Los mercados se mantienen revueltos. El rendimiento del bono de EEUU a 10 años alcanzó su nivel más elevado desde julio del 2011.