El sector fundacional español ha mantenido pese a la crisis económica su actividad entre 2008 y 2012, periodo en el que se ha producido un ligero aumento de los gastos, al pasar de 7.600 millones de euros a 7.939.

Esos son algunos de los datos del segundo informe sobre "El sector fundacional en España: Atributos Fundamentales", elaborado por el Instituto de Análisis Estratégico de Fundaciones (Inaef) que han presentado hoy en Zaragoza el director general de la Asociación Española de Fundaciones (AEF), Silverio Agea, y el investigador y catedrático de la Universidad de Castilla-La Mancha Juan José Rubio.

De acuerdo con ese estudio, las fundaciones españolas han utilizado su capital y han desinvertido con el objetivo de mantener la actividad fundacional, ha informado la AEF en una nota de prensa.

Esto es debido al comportamiento de ingresos y gastos que durante todo el período considerado -con excepción del año 2009-, han superado a los ingresos.

A este respecto, los activos se reducen en un 13% y los ingresos en un 22%, mientras que los gastos lo han hecho en un 6,8%.

Durante este periodo también se ha producido un aumento del número de beneficiarios directos netos de la actividad fundacional, ya que en 2008 hubo 17,8 millones y en 2012 ascendieron a 29,86 millones de personas.

Aunque los expertos destacan la relevancia alcanzada por la actividad fundacional en lo que se refiere a su impacto social, ponen de relieve que se comienza a vislumbrar el agotamiento del sector para hacer frente al conjunto de necesidades sociales derivadas de la crisis.

El comportamiento de las fundaciones desde el punto de vista del empleo ha sido positivo desde el comienzo de la crisis en comparación con el del conjunto de la economía española, ya que el número de empleos directos remunerados ha pasado de 181.547 en 2008 a 196.551 en 2012.

Los datos ponen de manifiesto su contribución al desarrollo socioeconómico de España y su capacidad de hacer frente a la crisis respecto a otros sectores de actividad, pero revelan que "el sector requiere de la urgente puesta en marcha de mejoras normativas -mecenazgo-, como una necesidad vital para que las fundaciones tengan un funcionamiento técnicamente mejor y mejore su eficacia en el cumplimiento de los fines de interés general".

Por comunidades, Madrid es la autonomía con mayor número de fundaciones activas en los años 2010, 2011 y 2012, que junto con las de Cataluña, suponen alrededor del 45% del total.

En cuanto a la densidad fundacional -número de fundaciones por habitantes- se situaron a la cabeza en 2011 las comunidades autónomas de Navarra y Madrid, con 34 por cada 100.000 habitantes, y en 2012 ocuparon dicha posición Madrid y Cantabria, con 32 fundaciones activas efectivas por 100.000 habitantes.

Por lo que respecta a la adscripción administrativa por registros y protectorados, desde el año 2010, en que el 72,47% de las fundaciones activas españolas estaban vinculadas a protectorados autonómicos, el porcentaje ha ido en descenso.

Así ha llegado a un 67,82% en 2012 como consecuencia de la extinción de fundaciones públicas de las CCAA debido al proceso de ajuste fiscal y al redimensionamiento del sector público autonómico.

En el caso de los protectorados estatales, el porcentaje ha ido en aumento, desde el 29,87% del año 2010 hasta alcanzar el 32,18% en 2012, siendo los principales por volumen de fundaciones los de los ministerios de Educación, Cultura y Deporte y Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.