El Deutsche Bank ha vivido este viernes una jornada frenética. El gigantesta entidad financiera alemana se ha despertado en la Bolsa de Fráncfort desplomándose hasta un 8%. Esa fuerte caída ha hecho que sus acciones se hayan situado en un valor mínimo de 9,9 euros, otro récord a la baja en una semana especialmente dramática para este banco. A pesar de que el temprano varapalo bursátil hacía pensar en un día negro el DB se ha ido recuperando hasta conseguir una mejora del 6,39% que ha devuelto sus acciones a un valor de 11,57 euros. La joya de la banca alemana no vivía una mejora tan significativa en el valor de sus acciones desde hacía seis meses.

Esta curiosa fluctuación experimentada en los mercados de renta variable ha hecho que los analistas empiecen a especular sobre los motivos de una repentina mejora que se ha catapultado a las cinco de la tarde, justamente una hora antes de que se cerrase el parqué.

Una gran parte de la culpa la tienen los rumores de que el Deutsche Bank ha ultimado un acuerdo con las autoridades judiciales de los Estados Unidos para reducir la astronómica multa que se le ha impuesto de 14.000 millones de euros a tan solo 5.400 millones.

A pesar de que no ha habido confirmación alguna, AFP ha asegurado que fuentes confidenciales han proporcionado una información que da una pequeña tregua al DB hasta el próximo martes. Curiosamente, el lunes Alemania celebra el día de la unidad nacional y la Bolsa de Fráncfort estará cerrada.

DUDAS SOBRE SU ESTABILIDAD

A pesar de que la entidad ha conseguido remontar la embestida matutina, la particular montaña rusa que ha vivido arroja muchas dudas sobre su estabilidad. A primera hora su director general, John Cryan, intentaba calmar los ánimos asegurando que hay una reserva de liquidez de hasta 215.000 millones de euros. Esas palabras no han surgido efecto ya que, poco después, Bloomberg informaba que parte de sus clientes más destacados, como los fondos de cobertura ('Hedge Funds'), hayan huido a otras entidades para evitar su exposición financiera a un gigante que cae en picado.

La aguda fluctuación al alza que ha vivido la entidad a media tarde también ha abierto la puerta a nuevas especulaciones sobre un posible rescate. Esta semana ya se habló de que el Gobierno de Berlín tiene un as en la manga por si el DB no puede hacer frente a la multa estadounidense de 14.000 millones de euros por posibles irregularidades en su negocio hipotecario. Eso se ha reflejado en los seguros frente a impago de la entidad que durante la mañana han subido hasta 21 puntos básicos hasta los 255 puntos. “Las dudas injustificadas nos están dañando. Algunas fuerzas están intentando erosionar la confianza en nosotros”, desmentía Cryan en un documento interno. Más allá de la recuperación, ese escepticismo no se ha disipado y se especula sobre la puesta en marcha de un rescate aprovechando un fin de semana de tres días.

Desde que los Estados Unidos anunciaron la cifra de su demanda, el DB ha perdido un 17% de su valor. En lo que va de año el gigante de inversión alemán, que en su día financió el milagro de la recuperación tras la devastadora Segunda Guerra Mundial, se ha hundido un 53% y ha pasado a ser, como apuntó el FMI, el prestamista de mayor riesgo mundial. Según han apuntado analistas de JPMorgan, cualquier sanción superior a los 4.000 millones de euros dejaría al banco sin reservas y pondría en riesgo su capital.