A solo cuatro días del inicio de la era Trump, el Fondo Monetario Internacional se ha sumado a los centros de análisis económico que esperan que las políticas de estímulo prometidas por el magnate en Estados Unidos supongan un espaldarazo para la economía mundial. Ese factor, unido a la apreciación de los precios del petróleo por el acuerdo de la OPEP para recortar la producción y un mejor desempeño de varias economías en la segunda mitad del 2016, ha llevado al organismo internacional a incrementar su optimismo para este año y el siguiente. El FMI ha revisado al alza el crecimiento de varias economías avanzadas, incluida España que crecería el 2,3% del PIB este año y el 2,1% el siguiente, una y dos décimas más, respectivamente, de lo previsto en octubre.

Esos vaticinios confirmarían la desaceleración de la economía española tras crecer en los dos últimos años a un ritmo bastante superior al de sus pares europeos, aunque sería más gradual y menos acentuada. Sin entrar en los particulares de España, el documento hecho público este lunes por el FMI sostiene que, en gran medida, el crecimiento de España, Alemania, Japón y el Reino Unido se ha revisado al alza porque sus economías se comportaron en la segunda mitad del 2016 mejor de lo esperado. También se espera que la actividad global se acelere en los dos próximos ejercicios, con un reforzamiento tanto de las economías avanzadas como de los emergentes, aunque en este sentido no hay cambios respecto a las previsiones de octubre. El PIB global crecería este año tres décimas para quedarse en el 3,4% y otras dos en el 2018 para llegar hasta el 3,6%. Son buenas noticias, dado que el 2016 fue el año de menor crecimiento desde el 2009.

El documento sostiene, en cualquier caso, que este panorama podría cambiar dada la incertidumbre que existe en EEUU respecto a las políticas que aplicará la Administración Trump y las ramificaciones globales de sus decisiones.