La recuperación del empleo apreciada en Europa no se ha visto acompañada de una evolución semejante de los salarios, condicionados por la disminución de la seguridad laboral a raíz de la crisis financiera, la creciente interdependencia entre los países de la UE y la debilidad de las perspectivas de inflación, según señala el Fondo Monetario Internacional (FMI), que advierte de que llevará «algún tiempo» que vuelvan a registrar subidas salariales significativas. «Se prevé que los salarios aumenten en los países más veteranos de la UE (UE15), pero el proceso será mucho más largo que entre los miembros más recientes», señala el FMI, y advierte de que «podría llevar algún tiempo antes de que los salarios repunten de manera noticiable de forma generalizada entre las economías avanzadas», destaca en el informe sobre Dinámicas salariales europeas e integración del mercado laboral.

Entre las explicaciones potenciales de este fenómeno, el FMI apunta el descenso de la seguridad en el empleo a consecuencia de la crisis financiera global y la debilidad potencial del mercado laboral, a pesar de las caídas del paro. En este sentido, la institución internacional considera que el cambio registrado en algunos países de la UE desde contratos regulares hacia empleos temporales, a tiempo parcial o el autoempleo, podría reducir la capacidad de negociación de los trabajadores.

Por otro lado, el análisis del FMI concluye que la integración de la UE podría provocar que los salarios en los países miembros sean cada vez más «dependientes» de las condiciones del mercado laboral en otros países, ya que las empresas de los países de los Veintiocho a menudo compiten en los mercados tanto de la propia UE como en el exterior. Asimismo, el FMI considera que la evolución salarial en la zona euro resulta en gran medida coherente con el ajuste de los desequilibrios externos, donde algunos países tenían que ganar productividad, mientras resulta necesario un incremento de los costes laborales unitarios en Alemania y Países Bajos.

En este sentido, el análisis recuerda que los costes laborales unitarios en España, Grecia o Portugal cayeron al menos un 10% respecto de la media de la zona euro desde la crisis, y reflejan la pérdida de empleos y alzas salariales por debajo de la media.

COSTES CONTRA BENEFICIOS / Lo cierto es que en España, la evolución de los costes laborales se ha distanciado de los beneficios empresariales. El año pasado la proporción de los salarios con respecto al producto interior bruto (PIB) descendió hasta el 47,29%, mientras que los beneficios empresariales y las rentas del capital no han dejado de ganar terreno en los últimos tiempos. Desde 1989, cuando suponían el 46,41%, las remuneraciones recibidas por los trabajadores no alcanzaban un nivel tan bajo o, dicho de otra forma, no obtenían una porción tan pequeña de la tarta económica. En contrapartida, los beneficios de las compañías se han situado en niveles récord. En los últimos años se ha agravado la situación de los salarios. En el periodo entre el 2008, cuando estalló la crisis, hasta el ejercicio pasado, las remuneraciones de los asalariados acumularon un descenso de casi el 1,7%.