Mariano Herrera y Jerónimo Martínez Tello, coordinador de un departamento de inspección y director general de supervisión del Banco de España en el 2011, han defendido este miércoles en la Audiencia Nacional que las cuentas de Bankia del 2010 y del primer trimestre del año siguiente eran correctas, en contra de lo defendido por los inspectores del supervisor que ejercen como peritos del juez consideran falsas.Se trata de los resultados que se tuvieron en cuenta en la salida a bolsa de la entidad en julio del 2011 y su corrección o no es la base de la investigación judicial que se inició hace casi cinco años.

Durante su declaración ante el juez de instrucción Fernando Andreu, los dos imputados han asegurado también que no recibieron los correos del inspector jefe del Banco de España en Bankia, José Antonio Casaus, en los que advertía de que el banco era inviable y que su salida a bolsa como una entidad doble (empezó a cotizar Bankia pero no su matriz, BFA) era el primer paso hacia su nacionalización. Según fuentes presentes en la sala, han añadido que, no obstante, conocían su contenido pero no estaban de acuerdo con sus valoraciones, que han tachado de "opiniones personales".

Casaus planteaba otras opciones, como sacar a cotizar el grupo como un solo banco o venderlo a una entidad extranjera. Pero sus superiores han asegurado que esas opciones no eran realizables. También han defendido la actuación del Banco de España durante toda el proceso de creación de Bankia, salida a bolsa y su posterior nacionalización en el 2012.

El ya jubilado Martínez Tello, por su parte, ha sostenido también que la cantidad de ayudas inyectadas en Bankia tras su intervención y el nombramiento de José Ignacio Goirigolzarri como presidente (17.959 millones de euros) fueron excesivas y que la cantidad pedida por Rodrigo Rato (7.000 millones de euros) era más adecuada, aunque quizás se hubiera quedado un poco corta. La entidad ya había recibido antes de aquello 4.465 millones.