Julio Segura y Fernando Restoy, expresidente y exvicepresidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), han defendido este lunes en la Audiencia Nacional que la institución hizo todo lo que podía y debía dentro de sus competencias durante la salida a bolsa de Bankia en el 2011. "La CNMV no autoriza la salida a bolsa. Aprueba el folleto", ha alegado Segura antes de defender, como Restoy, que en dicho documento público, que contiene la información de la operación que se facilita a los inversores para que decidan si invertir o no, "todo estaba contemplado, todos los riesgos", según fuentes presentes en la sala.

Los dos imputados por el caso Bankia, según las fuentes, se han dedicado a "echar balones fuera" y su declaración ha sido "previsible, sin grandes revelaciones". Así, han sostenido que la función de control de la CNMV en cuanto a las cuentas del banco era "casi formal": debía asegurarse de que estas existían y estaban auditadas. La responsabilidad de controlar esas cuentas, han añadido, era de losauditores (Deloitte) y del Banco de España, y el supervisor de los mercados confió en ellos y en los informes expertos de las empresas AFI y BDO.

Los exaltos cargos del regulador también ha defendido que "no tenían porque dudar" de que Bankia tuviera 6.900 millones de euros de provisiones para afrontar pérdidas, como le dijeron el Banco de España y los auditores, pero posteriormente pusieron en duda los inspectores del supervisor que han ejercido de peritos del juez de instrucción del caso Bankia. ¿Cómo fue posible entonces que pocos meses después de la salida a bolsa el banco tuviera que ser nacionalizado? Restoy, que tras dejar la CNMV fue subgobernador de la institución financiera, ha alegado que "que estuvieran esas provisiones no significa que fueran suficientes, entre otras cosas por el deterioro de la economía".

PREGUNTAS SIN RESPONDER

Segura y Restoy han defendido que la CNMV fue "más exigente de lo normal" con la salida a bolsa de Bankia y que se "extremaron las precauciones". En este sentido, han recordado que el 40% de los inversores que entraron en la operación eran profesionales y que hubo más de 100 de estos inversores institucionales. También han asegurado que no tuvieron conocimiento de que el inspector jefe de Bankia, José Antonio Casaus, había advertido a sus superiores en el Banco de España

Los dos han hecho estas declaraciones ante el titular del Juzgado Central de Instrucción número 4, Fernando Andreu, que en un principio rechazó la petición de la Confederación Intersindical de Cajas (CIC) de llamar como imputados a los máximos responsables del Banco de España y la CNMV durante la salida a bolsa del banco. Posteriormente, hace justo un mes, la Sección Tercera de lo Penal de la Audiencia Nacional obligó al magistrado le obligó a rectificar su decisión y a investigar a Segura, Restoy y a los exaltos cargos del Banco de España Miguel Ángel Fernández Ordóñez (exgobernador), Javier Aríztegui (exsubgobernador), Pedro Comín, Mariano Herrera García-Cantauri, Pedro González y Jerónimo Martínez Tello.

Los superiores de Andreu, así, entendieron que había indicios"múltiples, bastantes y concurrentes de criminalidad respecto de los responsables del Banco de España y la CNMV en cuanto garantes e indicativos de la corresponsabilidad de ambos en los hechos investigados". La clave fue la declaración como testigo de José Antonio Casaus, entonces jefe de inspección del grupo BFA-Bankia, a su superior, Pedro Comín, a quien advirtió en al menos cuatro ocasiones en abril y mayo del 2011 de que el grupo presidido por Rodrigo Rato era inviable.