El Instituto de Estudios Económicos de Kiel (IfW) advierte en un nuevo estudio del peligro de recalentamiento de la economía alemana, impulsado por las buenas condiciones de crédito para las empresas y por la situación coyuntural, claramente mejor que en el resto de la eurozona.

"La causa es ante todo la política monetaria extremadamente expansiva del Banco Central Europeo", dijo el director del centro de pronósticos del IfW, Stefan Kooths.

El "boom" coyuntural, según informó, aumenta el potencial de un fuerte revés posterior, lo que pone a la política económica ante difíciles retos para los próximos años.

"Un recalentamiento no es razón para celebraciones sino un motivo de preocupación", dijo Kooth que agregó que para la estabilidad económica un "boom" es un problema, lo mismo que una recesión.

A partir del año próximo, según el pronóstico del IfW, la capacidad de producción de la industria alemana será exigida hasta el límite debido a que el producto interior bruto (PIB) crece a un ritmo mayor que el potencial productivo.

Sólo a partir de 2019 habrá una ralentización del crecimiento en Alemania.

El crecimiento del potencial de producción se verá frenado por el cada vez más lento crecimiento de las horas de trabajo, debido al crecimiento del trabajo a tiempo parcial y al envejecimiento de la población que no puede ser plenamente compensado por la inmigración.

El crecimiento de las horas de trabajo, según el pronóstico, seguirá ralentizándose hasta llegar a un estancamiento e incluso a una contracción.

Eso creará una tensión en el mercado laboral que se traducirá en un aumento creciente de los salarios y en un descenso del paro.

Hasta 2019, según los expertos, los salarios podrán aumentar cerca de un 4,0 % y el índice de desempleo bajará hasta el 5,0 %.

Todo ello llevará un aumento de la inflación que, según el IfW, estará en torno al 3,0 % anual.