La economía francesa creció el 0,4% en el cuarto trimestre, después de haber subido el 0,2% en el tercero, según el Banco de Francia, que confirma así sus estimaciones de los dos últimos meses para el periodo octubre-diciembre. En su estudio mensual de coyuntura basado en encuestas a los empresarios, el Banco de Francia constató en diciembre una mejora en la industria, una estabilización en la construcción y un ligero deterioro en los servicios.

El indicador sintético de actividad en la industria subió un punto el mes pasado hasta 102, por encima del nivel 100 que marca la media de largo plazo, en particular gracias a la química, la metalurgia y los equipamientos.

En los servicios, sin embargo, bajó un punto hasta 99, es decir por debajo de esa media de largo plazo, aunque "según los empresarios, la actividad debería progresar en enero, a un ritmo más sostenido".

En la construcción, el indicador se mantuvo sin cambios en 100 puntos y las perspectivas apuntan a que el movimiento ascendente va a proseguir en enero "pero más lentamente".

El Banco de Francia había rebajado en diciembre su previsión de crecimiento para el conjunto de 2016 y lo dejó en el 1,3%, una décima menos de lo que había anticipado hasta entonces.

Eso significa que la entidad emisora pasaba a ser menos optimista que el Gobierno, que sigue esperando un ascenso del 1,4%, una cifra que también había corregido a la baja.