Los ingresos reales de las familias españolas crecen, aunque a un ritmo contenido, todavía lejano a los niveles precrisis y a la mitad de velocidad que lo hace la macroeconomía. Así lo constatan los últimos datos publicados este lunes por la OCDE, que también revelan que la tendencia española se materializa a la inversa en el conjunto de las economías más avanzadas.

El PIB per cápita, es decir, la riqueza total de un país dividida por el número de sus habitantes, creció durante el primer trimestre del 2018 en el conjunto de países de la OCDE al 0,38%, mientras que los ingresos reales de los hogares lo hicieron a casi el doble de velocidad, concretamente al 0,65%. La comparativa de ambos indicadores, habitual para medir el bienestar de las familias, ha sido positiva a favor del segundo por primera vez en dos años.

En España, por el contrario, el PIB per cápita y el ingreso real de las familias creció casi al mismo nivel, el 0,61% y el 0,64%, respectivamente. El crecimiento del efectivo para el ciudadano de a pie no sólo creció a un ritmo menor en el caso de los españoles, sino que viene de niveles inferiores. Mientras que en la media de la OCDE, los ingresos de las familias son 1,67 puntos por encima del PIB per cápita, en España son 7,52 puntos inferiores.

La tendencia en este último año, es decir, comparando la evolución del primer trimestre del 2017 con el del 2018, el PIB per cápita español aumentó en 2,67 puntos. Una cifra superior a la del conjunto de países de la OCDE. No obstante, el dinero del que realmente disponen las familias españolas avanzó prácticamente a la mitad, con un ascenso de 1,28 puntos. Mientras que en la media de los 37 estados lo hizo a mayor nivel que el PIB per cápita, concretamente 2,21 puntos.

EE.UU. y Alemania, a la cabeza

Los países que mayores alzas del ingreso real experimentaron respecto al último trimestre del 2017 fueron Estados Unidos y Alemania, ambos al 0,9%. En ambos países, se superó ampliamente el ritmo de ascenso del PIB por habitante (+0,4% en Estados Unidos y +0,3% en Alemania).

Por el contrario, en Francia y en Italia el comportamiento fue similar que en el caso español, ya que el ingreso real por habitante retrocedió en los tres primeros meses del año (-0,6% y -0,2 %, respectivamente), pese a que en los dos casos el PIB per cápita se expandió (+0,1% y +0,3%).