En España parece improbable que los pequeños ahorradores paguen por sus depósitos debido a que sería una medida que generaría gran controversia social. Pero la banca repercutirá el sobrecoste que le impone el BCE mediante comisiones, aseguran fuentes del sector. Los clientes están acostumbrados a que el banco pague por los depósitos. Es lo que ocurría en la época de la burbuja con el crédito desbocado. El BCE intenta ahora estimular la economía penalizando los depósitos para que crezca el crédito. Sin embargo, los bancos aún arrastran problemas de la crisis y la demanda de crédito solvente no es todavía elevada. Los clientes institucionales que mueven grandes cantidades de dinero están ahora con el problema de dónde colocar el dinero procedente de la tesorería o de operaciones que se liquidan. Estas grandes cantidades de dinero deben guardarse en algún sitio hasta que se vuelvan a reinvertir. Si se depositan en un banco, este puede prestarlo o llevarlo al BCE, donde le cobran un interés negativo.