Nieves Torres cambió radicalmente de sector en el 2012, ingeniera de formación y de profesión anterior, se decidió a emprender por las dificultades al conciliar su vida personal con los viajes y horarios intempestivos que le exigía su previo trabajo. Participó en Momentum Project 2014, un programa de BBVA para empresas sociales, donde conoció a su exsocia. Ahí gestaron Coshop, su tienda colaborativa para diseñadores locales que confecciona ropa sostenible y emplea a 10 personas.

El proyecto les ayudó mucho para definir exactamente qué querían. Ninguna de las dos emprendedoras provenía del sector textil, pero desde fueran veían una oportunidad de innovar. En Momentum Project conocieron a “responsables de muchos proyectos pequeños de ropa, con mucha calidad”, sin un espacio para venderlos.

La emprendedora se quedó estupefacta cuando les preguntó dónde podía adquirir sus creaciones, y le respondían que “en mercadillos o ferias”. “No entendía cómo el único espacio comercial que quedase para esas maravillas fuesen esos”, expresa Torres. No era el lugar.

Además, en esa época comenzaba a existir los 'coworkings'. Proyectos que le parecieron muy interesantes porque promueven la colaboración y las sinergias. “El nombre de la empresa viene de ahí, es una combinación de 'coworking' y tienda”, aclara la fundadora de Coshop.

MODA SOSTENIBLE

En las tiendas colaborativas tienen su escaparate los diseñadores que producen ropa respetuosa con el medioambiente y las condiciones laborales de los empleados. Para mostrar sus productos en una de las tres tiendas de Barcelona, el equipo de Coshop comprueba que los modistos cumplen las condiciones de 'slow fashion'.

A partir de ahí, diseñador y Coshop cooperan juntos. Les ceden un espacio en la tienda para mostrar su colección, el objetivo que “cada uno ordene y decore su rincón según su personalidad”. Por eso, para Torres es tan importante contar con unas trabajadoras que les apasione su tarea. “Los clientes piensan que es una tienda normal, te preguntan por una falda y las dependientas deben averiguar su gusto para enseñarles la más adecuada”, para ello necesitan conocerse la historia de todos los modistos, aclara.

También deben afrontar el problema de renovar la ropa cada poco tiempo. “Nos hemos acostumbrado a que cada seis meses la oferta cambie, porque asi funciona la industria tradicional”, lamenta la CEO de Coshop. Sus diseñadores no producen cada 15 días, por tanto les obligan a hacer trucos.

El ejercicio del 2016 la empresa facturó 500.000 euros y rozó el punto de equilibrio. Para este año, las emprendedoras prevén entrar en beneficios. Ahora mismo está trabajando en cómo se podría expandir. El sueño de Nieves Torres es que haya un Coshop “en cada ciudad de Europa, tampoco en cada rincón porque ese no es el espíritu del proyecto”. La previsión es abrir unas 25 tiendas en toda España hasta 2020 con el apoyo financiero de Momentum Project. En cada una de los locales se reflejaría cómo trabajan los diseñadores locales.