Colonial quiere aprovechar el nuevo 'boom' inmobiliario que vive España afianzando sus inversiones en Barcelona y Madrid y aventurándose en el mercado francés. Con buenos cimientos y cálculos previos bien calculados, el consejero delegado de la inmobiliaria Colonial, Pere Viñolas, anunció a los inversores al cierre del mercado la ejecución del Proyecto Alpha II, como han bautizado un plan para fortalecer su oferta de oficinas en las dos plazas más rentables de España, Barcelona y Madrid, y una ambiciosa inversión en París. Las nuevas inversiones en el 2017, centradas en cuatro grandes proyectos, supondrán una inversión conjunta de 365 millones de euros, que la propia compañía redondea en 400.

PRINCIPIO DE PRUDENCIA

Grandes cifras, millones arriba o abajo, que Viñolas describe reiteradamente como resultado de planes basados en el "rigor y la prudencia" y con rentabilidades esperadas que van entre el 6% y el 9% desapalancadas (sin deuda). Y es que Viñolas hace honor a su pasado como experto en finanzas y bolsa, por lo que elude el riesgo excesivo y el alarde cara a la galería de otros competidores, como premisa básica de su elenco de decisiones. Pese a ese ADN conservador, proclama que las meditadas inversiones "suponen invertir en proyectos de futuro", en zonas céntricas y en edificios "eficientes por dentro, y sostenibles". Carmina Ganyet, directora general corporativa, resalta que pese a todos estos proyectos millonarios la solidez del grupo no se resiente, con una liquidez del orden de los 700 millones de euros y un endeudamiento del 42% sobre los activos.

PROYECTOS

Los cuatro proyectos presentados son un edificio en el paseo de la Castellana de Madrid (51 millones), la adquisición del edificio de Bertelsman en Travessera de Gràcia, por 41 millones, la edificación de un nuevo rascacielos en la zona de la plaza de Europa (en alianza con la familia Puig, por 32 millones, y el anunciado el pasado año edificio de París, por 265 millones de euros. A esas cifras se suman las remodelaciones necesarias.

INVERSIÓN PROGRESIVA

Con los planes presentados, la inversión prevista para este año será de unos 200 millones, hasta completar la global anunciada de manera progresiva. La mecánica de un grupo inmobiliario como Colonial es adquirir los inmuebles e ir reformándolos a conveniencia, para de esta manera aumentar también las rentas de los inquilinos. En el caso de la plaza de Europa, sobre terrenos de la familia Puig, se prevé la construcción de un edificio de unas 20 plantas en una zona de elevado crecimiento.

FRANCIA

Paralelamente a la apuesta geográfica de Barcelona y Madrid, Colonial decidió el pasado año potenciar sus inversiones en el exterior. "No se aplican criterios geográficos", puntualiza Viñolas, antes de asegurar que es la rentabilidad lo que mueve cualquier inversión; precios del metro cuadrados lo más bajos posibles para ofrecer oficinas rentables para los inquilinos. La clave de la internacionalización es esa búsqueda de mayores rentabilidades, todavía más objetivo en proceso de construcción que realidad en el caso de París.

Para ser objeto de deseo de todos ellos, el consejero delegado de Colonial, Pere Viñolas, ya ha reconocido públicamente que no solo es importante el tamaño para atraer a los inversores. La rentabilidad es lo básico.

ACCIONISTAS

El accionariado de Colonial está liderado por el fondo soberano de Qatar (QIA), con un 12%; el grupo mexicano Finaccess, la familia colombiana Santo Domingo; el británico Joe Lewis y los andorranos de Amura Capital.

SOCIMI

Sobre la transformación en socimi, que obliga a repartir el beneficio en forma de dividendo y son los accionistas quienes tributan, Colonial es relativamente escéptica. Sin embargo, la inmobiliaria catalana es la única gran patrimonialista española, junto a Pontegadea, que no se ha acogido a este régimen, ya que debido a sus millonarias pérdidas pasadas, cuenta con créditos fiscales de los que que se puede ir beneficiando. Actualmente calcula que esos créditos fiscales son superiores a los 1.000 millones de euros y aunque se hayan reducido las ventajas legales siguen siendo un elemento estratégico-financiero que otorga una ventaja competitiva al grupo Colonial frente a la competencia.