Los empresarios no ocultan su preocupación ante los anuncios del Gobierno de Pedro Sánchez de subir los impuestos. El presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Juan Rosell, alertó ayer de que una mayor presión fiscal «tendría consecuencias negativas», ya que lastraría la competitividad empresarial, reduciría las inversiones y podría afectar a la creación de empleo. Con los datos del informe Tributación Empresarial, la CEOE aseguró que las empresas españolas soportan una carga tributaria con un tipo real del 46,9% sobre los beneficios, frente al 40,9% de la media de los países de la Unión Europea (UE). Además, los ingresos públicos que aportan las compañías representan el 30,4% del total, cuando la media de la eurozona es del 26,2%. «Las empresas españolas pagan en la media de Europa», aseveró Rosell, que detalló que de esa cifra, el 35,6% corresponde a cotizaciones sociales y el 10,6% al Impuesto de Sociedades. «Si nuestra presión fiscal fuera tan baja todas las grandes empresas vendrían aquí», subrayó.

En este sentido, el dirigente empresarial recordó que las empresas, aparte del Impuesto de Sociedades, también asumen otros como las cotizaciones sociales, el IVA y el IAE, entre otros. Según el citado informe, los ingresos públicos que aportan las compañías en España representan el 30,4% del total, cuando la media de la Eurozona es del 26,2%.

A la espera de que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, concrete el paquete que prepara para elevar la recaudación tributaria, Rosell apuntó que las 15.000 empresas españolas con una facturación de más de 10 millones «aportan el 83% de la recaudación».

Las declaraciones de Rosell son la respuesta a las medidas del Gobierno para elevar la recaudación. Como solución alternativa, Rosell propuso combatir la economía sumergida y luchar contra el «despilfarro» en la Administración.