La reacción de los mercados a la crisis política de Cataluña sigue siendo «contenida» y la Comisión Europea considera que es pronto para cuantificar el posible impacto, pero en sus nuevas previsiones económicas de otoño sí alerta de que «los riesgos existen» y de que en función de los desarrollos futuros podría haber «un impacto sobre el crecimiento español». Pero de momento en Bruselas prefieren no mojarse y no anticipar cifras de ese posible impacto.

«Nuestro escenario central no incorpora el impacto económico potencial de los acontecimientos en Cataluña. Hasta ahora las reacciones de los mercados han sido muy limitadas. Existe el riesgo de que la evolución futura pueda tener un impacto, más bien limitado, sobre el crecimiento. Pero de momento no podemos anticiparlo y no voy a especular sobre este u otro escenario político. Por eso consideramos que en este momento el impacto macroeconómico es limitado e incluso insignificante. No hablo de impacto político o local, hablo de zona euro, Europa y España», ha explicado el comisario de asuntos económicos, Pierre Moscovici.

Máxima prudencia por tanto del Ejecutivo comunitario que, al contrario que el Banco de España, la AIReF (Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal) o el Gobierno español, ha optado por esperar a dar cifras debido a dos razones. Para empezar porque en la fecha de corte de las nuevas previsiones, el pasado 23 de octubre, el Parlamento catalán no había declarado unilateralmente la independencia y los indicadores no recogían ningún impacto negativo y, en segundo, porque los rangos del impacto previsto por las distintas instituciones es demasiado amplio.

«La información disponible hasta ahora no nos permite seleccionar el escenario más posible y por eso creemos que lo más razonable hasta disponer de datos que nos informen sobre el impacto real de la economía de la incertidumbre actual es no trasladarlo. Si no habría que posicionarse. Habría que elegir si la incertidumbre va a perdurar», justifican fuentes del Ejecutivo comunitario.

Distintos escenarios / El Banco de España es el organismo público que hasta ahora se ha mostrado más pesimista con un impacto del 2,5% del PIB en su peor escenario entre finales de 2017 y 2019. La AIReF, mientras tanto, ha situado el impacto potencial entre un 0,2% del PIB y un 1,2% si la incertidumbre se prolonga.

El escenario central que maneja la Comisión Europea augura de momento una previsión de crecimiento del 2,5% para 2018. Se trata de tres décimas menos de lo que anunció hace seis meses, pero dos décimas por encima del dato avanzado por el Gobierno español, del 2,3%.

El ministro Guindos se mostró ayer confiado en poder revisar al alza su previsión de crecimiento para el 2018 «si la situación en Cataluña mejora en las próximas semanas». En unas declaraciones a la prensa tras conocer las nuevas previsiones de la Comisión Europea, el ministro dio a entender que si existiera una mejora del crecimiento en el 2017 respecto al 3,1% proyectado, «sería perfectamente factible que España saliera del brazo correctivo del procedimiento de déficit excesivo de la UE el año próximo».