El borrador presupuestario español para 2018 elaborado por el Gobierno de Mariano Rajoy y remitido a Bruselas “cumple en términos generales” con los objetivos fijados por la UE. La Comisión Europea, tal y como ya avanzó en sus previsiones económicas de otoño hace 15 días, no ve grandes problemas de incumplimiento. Pero, en su primer examen de las cuentas españolas, sugiere que España podría tener que adoptar ajustes adicionales en las cuentas del próximo año y que la situación sigue estando sujeta a "notables incertidumbres" en 2018.

“El borrador de presupuesto cumple ampliamente con los requisitos para 2018, bajo el pacto de estabilidad y crecimiento, ya que las previsiones económicas de otoño de la Comisión Europea prevén que el déficit global será inferior al valor de referencia del 3% en 2008”, reconoce Bruselas en su dictamen. Las previsiones de hace dos semanas auguran, sin embargo, un desvío de dos décimas en la cifra pactada partiendo de un escenario sin cambios de política económica lo que significa que podrían ser necesarios ajustes adicionales por más de 2.000 millones.

El nuevo cuadro macroeconómico de otoño de la Comisión Europea augura que el agujero fiscal este año será del 3,1%, la cifra comprometida con la UE aunque en Bruselas se muestran menos optimistas con la recaudación fiscal y las contribuciones sociales, que consideran serán inferiores a las proyectadas por España. En cuanto a 2018, el déficit público se situará en el 2,4%, dos décimas por encima de lo prometido, y una por encima de lo estimado por el Ejecutivo español.

"En general es conforme porque prevemos que el déficit nominal estará bastante por debajo del valor de referencia en 2018 pero el esfuerzo presupuestario sigue siendo bastante inferior al recomendado", ha explicado este mediodía el comisario de asuntos económicos, Pierre Moscovici, sobre el ajuste estructural del 0,5% del PIB exigido. Concretamente, según los técnicos comunitarios, el esfuerzo estructural español será un 0,2% inferior al exigido.

Según el diagnóstico de la Comisión Europea, el horizonte español, no está exento de riesgos. Para empezar por la incertidumbre política que sigue generando la crisis catalana. En segundo lugar por la falta de presupuesto para 2018 en sí, ya que el Ejecutivo del PP no ha conseguido sacar adelante las cuentas en el parlamento debido a la falta de apoyo del PNV por la crisis catalana. Y en tercero, por el posible impacto en las cuentas de cualquier liquidación relacionada con el rescate de las autopistas de peaje en dificultades.

Su análisis económico, no incorpora sin embargo el potencial impacto y la incertidumbre que genera la crisis catalana y que el gobierno de Rajoy ha estimado en medio punto del PIB. “El riesgo de que futuros desarrollos podrían tener un impacto sobre el crecimiento existen aunque el tamaño no puede anticiparse en estos momentos”, recuerda el dictamen comunitario.

Nuevo presupuesto cuanto antes

La Comisión Europea ya remitió el pasado 27 de octubre una carta a España pidiendo el envió "lo antes posible" de un nuevo borrador actualizado y completo. “Esperamos el proyecto actualizado en cuanto sea posible, en cuanto se presente al Parlamento”, ha recordado el vicepresidente y responsable para el euro, Valdis Dombrovkis. El letón ha admitido que “es probable” que España consiga corregir el déficit excesivo de acuerdo con el plan previsto y por eso “concluimos que hay un respeto a grandes rasgos en el proyecto que no han presentado”, ha valorado.

Domvroskis también recordado que actualmente “solo hay dos países de la zona euro en procedimiento déficit excesivo, España y Francia, lo que quiere decir que tienen que reducir por debajo del 3% el objetivo de déficit”. En el caso de Francia, la Comisión Europea advierte al presidente Emmanuel Macron de que su borrador presupuestario “está en riesgo de no conformidad” y que las previsiones económicas de otoño auguran un “desvío significativo” en los objetivos.