La Comisión Europea ha decidido pasar página en su enfrentamiento con el gigante ruso del gas, Gazprom, y aceptar los compromisos ofrecidos por la compañía para resolver los problemas de competencia en los mercados gasísticos de Europa central y oriental. “No es el final de la historia pero es prometedor”, ha valorado la comisaria de competencia, Margrethe Vestager, tras anunciar que el acuerdo permitirá el libre flujo del gas a precios competitivos.

En abril de 2015, el Ejecutivo comunitario remitió a Gazprom un pliego de cargos acusando al gigante ruso de infringir las normas de la competencia y aplicar una estrategia destinada a compartimentar los mercados de Bulgaria, República checa, Estonia, Letonia,Lituania, Polonia, Hungría y Eslovaquia. Tras años de negociaciones, la empresa se ha comprometido a eliminar las restricciones transfronterizas a la reventa de gas en sus contratos, a garantizar precios más competitivos y a eliminar su posición dominante sobre las infraestructuras.

La Comisión ha invitado ahora a todos los interesados -empresas y países- a pronunciarse sobre el contenido del pacto. Tienen siete semanas, hasta el 4 de mayo. Si el pacto es aceptado, los compromisos se convertirán en jurídicamente vinculantes para la empresa lo que significa que si en un futuro llegaran a incumplirlos Gazprom tendría que pagar una multa de hasta el 10% del volumen de negocio.