Endesa registró el año pasado un beneficio neto de 1.411 millones de euros, lo que supone un incremento del 30% con respecto al ejercicio precedente. La eléctrica atribuye esta evolución

a "la buena gestión del mercado liberalizado", la estabilidad del mercado regulado y los planes de eficiencia de costes.

El consejero delegado, José Bogas, ha destacado "los excelentes resultados alcanzados en el 2016, un ejercicio marcado por un fuerte descenso de los precios medios de la electricidad en el mercado mayorista". De hecho las fuertes subidas que han afectado a la tarifa regulada se produjeron especialmente en enero de este año.

Con estas cifras, la compañía presidida por Borja Prado ha superado las previsiones recogidas en el plan estratégico 2016-2019, tanto en resultado de explotación, con 3.432 millones y un alza del 13%; como en beneficio neto.

A todo ello hay que añadir la compra de un 60% adicional de la filial de renovables EGPE a su matriz la italiana Enel. La compañía ya ha consolidado totalmente esta filial, que aporta al resultado de explotación 75 millones.

Si se suprimen del resultado de explotación los efectos extraordinarios, este aumenta el 10,8% gracias al negocio liberalizado. Por su parte, el negocio regulado, que supone 63 de cada 100 euros del resultado de explotación, se mantuvo estable.

Por su parte, el consejo de la compañía ha decidido proponer a la junta de accionistas el reparto de un dividendo de 1,333 euros por acción con cargo a los resultados del 2016, lo que supone un incremento el 30% con respecto al 2015 y un próximo desembolso de 0,633 euros brutos por acción. El pasado 2 de enero, la eléctrica ya repartió una remuneración a cuenta de 70 céntimos brutos por título.