El BBVA obtuvo un beneficio neto de 3.449 millones de euros entre los meses de enero y septiembre, prácticamente lo mismo que ganó en todo el año pasado, y un 23,3% más que en idéntico periodo del 2016 En un comunicado remitido ayer, el banco que preside Francisco González explica que estos resultados se lograron gracias a «la fortaleza de los ingresos recurrentes, al control de los gastos de explotación y a la reducción de los saneamientos».

México siguió siendo el motor de las cuentas, con un beneficio neto de 1.616 millones de euros, un 15,3% más. El negocio bancario en España aportó 1.061 millones, el 13,7% más, lo que restado a los 281 millones perdidos por la unidad inmobiliaria (10,7% menos) dio un resultado en el país de 780 millones, el 26,2% más. La mora cayó del 5,1% al 4,5% (el nivel «más bajo de los últimos cinco años») y el capital subió al 11,2%.

A cierre de septiembre, el crédito bruto se situó en 416.240 millones de euros, un 1,6% menos, y los depósitos de la clientela avanzaron un 2%, quedando en 392.865 millones. En cuanto a la solvencia, el ratio de capital de máxima calidad CET 1 fully loaded, contando con todos los requisitos de Basilea II, cerró el trimestre en el 11,2%, ligeramente por encima del 11% del año anterior.

Respecto a la crisis catalana, el consejero delegado del BBVA, Carlos Torres Vela, admitió ayer que el banco recibió «algunos» depósitos catalanes tras el referéndum del 1 de octubre, pero aclaró que la situación está ahora «normalizada». El ejecutivo no quiso precisar si vinieron de Caixabank y Sabadell (como por otra parte es obvio, porque lo han admitido estas entidades), pero negó con rotundidad haber lanzado una campaña comercial para robar clientes a sus competidores. El número dos del segundo banco español quiso trasladar un mensaje tranquilizador a los clientes y aseguro que sus ahorros están seguros en las entidades financieras. También apuntó que el efecto del conflicto catalán en la economía es aún moderado.