El Banco Santander abrirá mañana el periodo de suscripción preferente para esta ampliación de capital de 7.072 millones de euros que durará 15 días, hasta el próximo 20 de julio. El banco presidido por Ana Botín emitirá 1.485 millones de acciones nuevas de la misma clase que las existentes a las que tendrán derecho de suscripción preferente sus actuales accionistas. Podrán suscribir una acción nueva por cada 10 de las que posean actualmente a un precio de 4,85 euros por título, lo que implica un descuento del 17,75% respecto al precio teórico sin derecho de suscripción preferente basado en el cierre del pasado lunes del valor, que fue de 6,002 euros.

El aumento se cerrará el 27 de julio, fecha que coincide con la víspera de la presentación de los resultados de la entidad correspondientes al primer semestre del año, y el último día del mes comenzarán a cotizar las acciones nuevas que se emitan para esta ampliación de capital, que darán derecho a recibir el primer dividendo a cuenta de los resultados de 2017. El objetivo es atraer a los inversores con un precio atractivo que les da margen para que los títulos se revaloricen.

¿CÓMO COMPRAR?

Para acudir a la ampliación de capital, hay que ser titular de las acciones del Santander (o acudir al mercado secundario y comprar los derechos que se vendan), las cuales generarán un derecho por cada acción que ya se tenía en cartera. Para comprar una acción nueva a 4,85 euros, el inversor necesitará 10 derechos para adquirir cada uno de estos nuevo títulos. Si además el inversor quiere aumentar su exposición a este valor porque cree que es un buen momento, puede acudir al mercado secundario y comprar más derechos pagando un precio que fluctuará en función de la demanda y la oferta. Si el inversor no quiere mantener su participación en Santander puede optar por vender los derechos.

En el folleto de emisión el banco también significa los riesgos que que implica la operación. en este sentido considera posible "que el Santander haya sobrevalorado las sinergias” (ahorro de costes) “o que estas no lleguen a materializarse, lo que podría suponer un efecto significativo adverso". Asimismo agrega: "El banco no verificó de forma independiente la exactitud, veracidad e integridad de dicha información. No puede descartarse que contenga errores u omisiones, ni que sea imprecisa e incompleta. Como consecuencia, algunas estimaciones con las que el Santander tomó la decisión de la adquisición podrían ser inexactas, incompletas, incorrectas u obsoletas”.