De nuevo, inestabilidad a los mercados en Rusia. El Banco Central ruso (BCR) decidió ayer suspender la compra de divisas para reponer las reservas de moneda extranjera debido al «incremento de la volatilidad» en el tipo de cambio del rublo, según un comunicado emitido por la institución.

El martes, la moneda local traspasó la barrera psicológica de los 60 rublos por dólar, haciendo sonar las alarmas en las autoridades financieras del país. "Es una medida temporal, destinada a reducir la presión en el mercado de divisas; como norma, cuando el rublo pierde un 2% de su valor en un día, mantener la compra de divisas se convierte en una variante no deseable», declaró el analista Evgueni Kosheliov a Ria-Novosti.

El banco central había lanzado en mayo-junio operaciones de compra de divisas para intentar restituir el nivel de reservas de moneda extranjera a los niveles previos a la última crisis monetaria, acaecida a finales del 2014. Desde esa fecha, la institución reguladora rusa había adquirido 10.000millones de dólares, que aliviaron la sangría que padecieron las arcas de la institución en el invierno. El martes, sin embargo, el tipo de cambio de la divisa rusa superó los 60 rublos por dólar, obligando ayer al BCR a actuar en defensa de su moneda.

Según los expertos, varios factores se conjuran en estos momentos para poner de nuevo presión sobre la divisa rusa. Por un lado, la expectativa de que EEUU suba los tipos de interés, y por otro, la previsible caída adicional en los precios del petróleo como consecuencia del acuerdo entre EEUU y Teherán.

La última crisis monetaria en Rusia acabó transformándose en una profunda recesión cuyas consecuencias todavía se sienten en los bolsillos del ciudadano. Según el Gobierno de Moscú, en el segundo trimestre del año, la economía se ha contraído un 4,4% en comparación con el mismo periodo del 2014.