La balanza por cuenta corriente, que mide los ingresos y pagos al exterior por intercambio de mercancías, servicios, rentas y transferencias, registró un superávit de 5.500 millones de euros en el segundo trimestre del año, un 11,2% menos que en el mismo periodo del año anterior.

El saldo de la balanza por cuenta corriente registrado entre abril y junio del año se explica por el mayor déficit de la balanza de bienes y de la renta secundaria, que no han podido ser compensados por el superávit creciente de la balanza de servicios.

En concreto, el déficit de la balanza de bienes se amplió hasta los 4.400 millones en el segundo trimestre, frente al déficit de 2.700 millones registrado en el mismo periodo de 2016, mientras que en el caso de los servicios, el superávit de ingresos y pagos fue de 15.200 millones de euros, por encima de los 13.200 millones de euros del segundo trimestre del año pasado.

Dentro de los servicios, la partida de turismo y viajes alcanzó un superávit de 11.000 millones de euros, muy superior al de un año antes (9.900 millones). Los servicios no turísticos --donde se encuentran, entre otros, el transporte, los servicios financieros, los de seguro, los informáticos y otros servicios empresariales-- experimentaron también un aumento de su superávit, con un saldo de 4.200 millones de euros, frente a los 3.300 millones de euros del segundo trimestre de 2016.

Por su parte, la balanza de rentas primaria (rentas de trabajo, de la inversión, impuestos sobre producción y la importación y subvenciones) registró un déficit de 2.600 millones de euros, la misma cifra que un año antes, mientras que la balanza de rentas secundaria (transferencias personales, impuestos corrientes, cotizaciones y prestaciones sociales, etc.) obtuvo un déficit también de 2.600 millones, en este caso por encima de los 1.700 millones del segundo trimestre de 2016.

Por último, el saldo de la cuenta de capital mostró entre abril y junio un superávit de 300 millones de euros, frente al dato positivo de 700 millones de euros del segundo trimestre del año anterior.

De esta forma, la capacidad de financiación de la economía española, medida por el saldo conjunto de las cuentas corriente y de capital, alcanzó los 5.800 millones de euros en el segundo trimestre de este año, superávit inferior al registrado un año antes (6.800 millones). En términos acumulados de cuatro trimestres, la capacidad de financiación alcanza los 23.100 millones, lo que supone el 2% del PIB, cifra algo inferior a la del conjunto de 2016 (un 2,2% del PIB).

La posición de inversión internacional de España registró una cifra negativa de 777 millones de euros en el segundo trimestre, lo que supone un aumento de la posición deudora neta con respecto al trimestre anterior, en el que se situó en -744 millones de euros.

Finalmente, la deuda externa bruta de España se situó en 1,925 billones de euros en el segundo trimestre de este año, lo que supone el 170% del PIB, superando los 1,911 billones que mostró en los tres meses precedentes, según los datos del Banco de España.