Durante mucho tiempo, los vuelos low cost (o bajo coste) fueron sinónimo de mala experiencia: asientos estrechos, peor trato de la tripulación y reglas draconianas para el equipaje de mano. Algunas de esas cuestiones han sido modificadas con el tiempo (véase la metamorfosis de Ryanair). Pero lo que parece claro es que el low cost de largo radio va a ser muy diferente del regional.

Primero lo que no cambia: al adquirir un billete, se compra solo el derecho a volar y la maleta de mano, pero nada más: ni comida (aunque el vuelo dure 12 horas) ni equipaje facturado. Si se quiere uno o ambos, habrá que pasar por caja (mejor hacerlo antes de llegar al aeropuerto).

Donde si habrá mejoras es en la comodidad. Tanto Norwegian como Level han elegido aviones completamente nuevos para las rutas: Norwegian usará para los vuelos de largo radio los nuevos 787 Dreamliner, con una configuración que garantiza 78 centímetros de espacio entre asientos -de diseño más delgado- para la clase turista (un ejemplo: en Vueling son 73 centímetros), con pantallas individuales para todos los pasajeros.

En el caso de Level, también usará aviones nuevos: el A330-200, con un espacio entre los asientos de 79 centímetros en el caso de la clase turista -también de nuevo diseño- y pantallas individuales para ver películas o series. Además, los usuarios podrán contratar wifi a bordo del avión.