Las tiendas de Tesla, como las que puede abrir en Barcelona y Madrid, se parecen más a las de Apple que a las de un concesionario tradicional de coches. Se caracterizan por tener espacios diáfanos, pantallas interactivas, 'merchandising', vendedores con trajes informales y...unos pocos coches y una muestra. Y todo ello, con un modelo de venta directa en internet y en tiendas propias, como el fabricante del iPhone, Zara y Mango, entre otras empresas de otros sectores.

Los planes de la marca de automóviles eléctricos fundada por el emprendedor Elon Musk prevén llegar a las 300 tiendas a final de este año y a las 440 en el 2017. Pero para conseguir esa velocidad de crucero, Tesla ha tenido que defender su nuevo modelo comercial ante los tribunales en respuesta a las demandas presentadas por empresas de concesionarios de otras marcas que veían en peligro el régimen de concesiones tradicional.

Últimamente, Tesla se está decantando por instalarse en centros comerciales que ofrecen a la marca su superficie como foco de atracción de visitas. Entre sus últimas aperturas destaca la de una megatienda de más de 6.000 metros cuadrados en San Francisco que es la segunda más grande de la firma por detrás de su buque insignia en Noruega, un país con una elevada penetración de la electromovilidad.