«Comparadas con el e-commerce, las empresas relacionadas con el sector fintech normalmente tienen poca tracción en el mundo offline», asegura Arturo Pallardó, un experto en en el ecosistema de las fintech. El mundo digital es nuevo y está en construcción, por lo que en este momento hay mayor necesidad de compañías de pagos en ese mundo que en el físico. Algunas de esas compañías aportan innovaciones realmente interesantes que tienen o tendrán aplicación en los sistemas de pago, aunque todavía está por ver cuál será su nivel de implantación.

El dedo como clave

Entre estas empresas, es ya muy conocida en el ecosistema fintech, la firma británica Sthalert y su Fingopay, una tecnología que permite pagar con la huella dactilar. En este caso, utiliza un lector biométrico que escanea las venas del comprador para construir un mapa único de cada individuo. Sthaler tiene los derechos para el comercio minorista de ese sistema. E incluso alguna de las grandes marcas, como el gigante McDonald’s han anunciado que lo pondrá a prueba en el Reino Unido.

El equipo creado por Nicholas Dryden en el año 2012 desarrolló su pagodedo mientras trabajaban con promotores de grandes conciertos. El desafío era introducir un método seguro, sin efectivo y de fácil acceso. El sistema permite a los usuarios el acceso seguro al dinero mediante las tarjetas de débito y crédito que ellos registran y otras cuentas, como PayPal. Para sus promotores, Fingopay es el sistema de pago más seguro y el que más reduce las tasas de intercambio.

El punto de venta

Con todo, es en el ecosistema del Punto de Venta Móvil (Mobile PoS, como se conoce en su denominación en inglés), básicamente un punto de venta a través de móvil o tableta, donde las fintech tienen un mayor impacto, según destaca Pallardó. Entre ellas, sobresalen firmas como Square. Se trata de una aplicación PoS disponible en la Apple Store y también en Google Play, diseñada para controlar a los pagos desde el dispositivo móvil. Se encarga asimismo del control del negocio, es decir, desde la emisión de las facturas hasta la realización de inventarios. iZettle y SumUP son otras dos aplicaciones PoS que, además, permiten el pago con tarjeta y llevar la contabilidad del negocio.

iZettle y este tipo de firmas son un canal intermedio con las entidades financieras. Su filosofía es evitarle al pequeño y mediano comercio la firma de onerosos contratos y el pago de tasas elevadas a la banca. De hecho, estas entidades financieras están más interesadas en dar servicios a las grandes firmas comerciales.

Información confidencial

Algunas fintech españolas han aportado su granito de arena al ecosistema de pagos móviles. Dinube ha creado un red de pago digital que permite al usuario pagar con el teléfono móvil en los comercios. Según su fundador, Johathan Hayes, no es el típico monedero, ya que no opera con las tarjetas de crédito, sino directamente desde la cuenta bancaria. Dinube también facilita el pago entre teléfonos (P2P) on line y directamente en el comercio. Tiene una acuerdo con el grupo de distribución alimentaria Bonpreu-Esclat para el uso del sistema.

Cashually es un sistema de pago móvil que ha sido desarrollado en Barcelona, aunque la sede oficial de la firma está en Londres. Permite los pagos y cobros de forma sencilla y gratis, sin necesidad de involucrar datos como los números de cuentas bancarias. Los usuarios tan solo tienen que añadir saldo en sus respectivas cuentas con cualquier tarjeta de crédito o débito y usarla para realizar sus pagos pendientes. Tienen disponibles 24 horas sus cuentas bancarias. El dinero es custodiado por una entidad del Reino Unido y utiliza el TPV del Banco Sabadell.