La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, apostó ayer por una mayor presencia de la mujer en ámbitos de decisión de la sociedad para lo que defendió la «discriminación positiva» y admitió haberse hecho feminista con el tiempo. «Si me hubiera preguntado hace 10 años (si era feminista) le diría que no, hoy le digo que sí porque me he dado cuenta de que existe discriminación», explicó Botín en una entrevista en la Cadena Ser.

En opinión de la responsable del Santander, «la mujer se merece tener más sitio», y apeló a la ayuda de los hombres para lograrlo. «Las mujeres necesitan que las ayudemos y, sobre todo, por parte de los hombres que son los que mandan; como colectivo ganamos todos porque es buen negocio, y hay que hacerlo, no tenemos opción», añadió.

En este sentido, indicó que más de la mitad de la plantilla del Santander está integrada por mujeres, aunque apuntó que este porcentaje baja a un 20% en el consejo de administración. Por ello reconoció: «Algo no funciona».

Botín es también la presidenta de Universia y ayer participó en Salamanca en la apertura del IV Encuentro Internacional de Rectores, en el que participan 600 rectores de 26 países y que fue inaugurado por Felipe VI. «La educación no es todo, pero es casi todo. Nos transforma: personalmente, emocionalmente, culturalmente y, por supuesto, económicamente», dijo Botín.