El principio manejado muchas veces por los sindicatos de que es mejor un mal acuerdo a que no lo haya, puede estar en declive. En el marco de la negociación de un pacto salarial y por el empleo para los próximos años, Pepe Álvarez, secretario general de la UGT, ha abierto la posibilidad de que las centrales no pongan su firma si las patronales CEOE y CEPYME insisten en que los salarios no suban más allá del 1,5%. En todo caso, el líder sindical espera que un hipotético acuerdo que sustituya al actual recupere, además, los elementos de negociación colectiva que cercenó la reforma laboral, como el peso de los convenios sectoriales, la prórroga de éstos una vez caducados y la autonomía de los agentes sociales.

Álvarez trata de evitar que el nuevo año se parezca mucho al pasado en material laboral: mucha foto pero pocos acuerdos. Durante un encuentro informativo tras las vacaciones, el líder de UGT ha llegado a decir "no pasa nada" ante la posibilidad de que no haya un nuevo acuerdo por el empleo y la negociación colectiva (AENC). "Tengo la sensación de que la negociación no ha empezado" ha dicho, ya que no se ha pasado de los contactos iniciales y de establecer un temario. El proceso es “complejo” y “no fácil”, ha reconocido.

BENEFICIOS EMPRESARIALES

Para que en los próximos dos años haya un pacto de referencia en la negociación de convenios, Álvarez considera que la CEOE debe dejar de poner como tope que la subida sea del 1,5% (las centrales piden una horquilla entre el 1,8% y el 3%), porque ello quiere decir que el suelo es del cero por ciento, y avenirse a establecer una horquilla de incremento mínimo y máximo. Los argumentos del líder de UGT son contundentes: las empresas están teniendo beneficios y las retribuciones deben recuperar el terreno perdido por la crisis ya que cuatro puntos del Producto Interior Bruto (PIB) se han trasvasado de las retas salariales a las rentas de capital.

La ausencia de mayoría absoluta en el Parlamento es el terreno idóneo para que las tesis sindicales se abran paso y forzar tanto al Gobierno del PP como a la CEOE a negociar. Para ello ha pedido a los partidos de la oposición (citando al PSOE y a Podemos) a que dejen de mitrarse el ombligo y aúnen fuerzas para llevar al Congreso las propuestas sindicales con las que se comprometieron ante las pasadas citas electorales.

En este contexto, el líder de UGT ha clamado contra el papel secundario al que tanto el Gobierno del PP como el PSOE, han relegado a las centrales. El acuerdo sobre el salario mínimo (SMI)entre el Ejecutivo y los socialistas dejó tocados tanto a UGT como a CCOO porque uno de sus aliados políticos diera el visto bueno a una subida muy alejada de la reclamación sindical.

"ALCALDADAS"

"La política que se hace sin debate previo con los agentes sociales, son alcaldadas", ha dicho Álvarez en una clara crítica a la gestora que dirige provisionalmente el PSOE, al tiempo que ha denunciado que el Ejecutivo de Rajoy no ha negociado nada con las centrales, pese a lo que diga verbalmente.

A los socialistas les ha recomendado que no haga acuerdos unilaterales sin un debate previo sobre sus consecuencias. No obstante, no llegará la sangre al río en la división entre la izquierda política y la sindical. El líder de UGT ha asegurado que no hará nada que pueda suponer una ruptura pero ha inscrito las relaciones con los políticos, "en función de lo que hagan para favorecer nuestros objetivos".

El calendario político no deja mucho margen para que la situación avance en el camino expuesto por Álvarez. En febrero tanto PP como Podemos y Ciudadanos celebrarán sus congresos lo que condiciona, en el caso del PP, incluso la presentación del proyecto de Presupuestos generales del Estado para este año. Y el PSOE también está en situación provisional hasta que su congreso, poco antes del verano, elija un dirigente definitivo. También en junio se celebrará congreso de CCOO.

El debate parlamentario es el momento en que Álvarez ve clave para que las centrales reactiven su estrategia de movilizaciones, sobre todo en los sectores que deben afrontar la negociación de convenios o que puedan ver satisfechas sus reivindicaciones en los Presupuestos.