Los contactos se han multiplicado desde que el parlamento de Valonia (Bélgica) vetara el pasado viernes la aprobación de acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Canadá (CETA) pero Bruselas no ha conseguido de momento responder a sus reticencias y a todas luces este martes los 28 no podrán dar vía libre a este pacto. La comisaria de comercio, Cecilia Malsmtröm, ha admitido a su llegada a la reunión extraordinaria de ministros de comercio, que tiene lugar en Luxemburgo, que la decisión debe ser unánime y que todavía hay "países o partes de países que no están ahí".

El encuentro estaba convocado para dar por cerrado el pacto y despejar el terreno de cara a la firma del mismo en una cumbre bilateral entre la UE y Canadá prevista para el próximo 27 de octubre en Bruselas y a la que está previsto asista el primer ministro, Justin Trudeau. "Si no podemos firmar no habrá cumbre", alertaba Malsmtröm sobre lo que ocurrirá la próxima semana si el camino al acuerdo no ha quedado despejado.

La decisión de Valonia de bloquear el acuerdo deja ese encuentro en el aire y los 28 discuten este martes en Luxemburgo qué salida dar a la situación. "He estado trabajando intensamente con ellos estos dos últimos días para intentar entender sus inquietudes y ver qué podemos hacer para satisfacerlas pero todavía no lo hemos conseguido y las discusiones continúan", ha explicado una comisaria Malsmtröm que pese a todo asegura ser optimista. "Espero que la próxima semana podamos firmar. No creo que hoy sea posible", ha indicado.

DECLARACIÓN CON VALOR JURÍDICO

La responsable de las negociaciones, que ha ensalzado la "paciencia" de los canadienses, ha admitido que si los 28 no consiguen firmar el acuerdo la Unión Europea se situará en una situación complicada. "Si no podemos firmar el acuerdo con uno de los países más democráticos del mundo el resto del mundo se preguntará si somos un socio fiable. Es un buen acuerdo", ha defendido subrayando que la declaración interpretativa del acuerdo negociada en las últimas semanas para superar las resistencias de países como Alemania,Austria, Holanda o Luxemburgo sí tiene carácter vinculante al contrario de lo que sostienen los líderes socialistas valones.

El ministro de exteriores y de comercio belga, Didier Reynders, responsable de hacer balance de la situación y trasladar al resto de colegas las consecuencias del voto regional, se ha mostrado también confiado en que habrá avances para finales de esta semana pero ha descartado que el ejecutivo federal pueda desoir el llamamiento del parlamento valón. "Cuando un tratado es mixto -como el de Canadá- los parlamentos regionales también deben aprobarlo no solo el federal", ha explicado. Reynders se ha pasado también el fin de semana trabajando y preparando una respuesta "punto por punto" a los problemas planteados desde Valonia.