Las acciones de la empresa automovilística japonesa Toyota Motor han caído en la Bolsa de Tokio después de que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, amenazase al fabricante nipón con aranceles aduaneros si continúa la construcción de su nueva planta de montaje de vehículos en México. El precio de las acciones de la compañía nipona cayó hasta un 3,1 % en los primeros minutos de negociación hasta los 6.830 yenes (55,77 euros/ 59 dólares).

Toyota empezó a construir el pasado noviembre una nueva planta en Guanajuato, México, donde debería producir a partir de 2019 hasta 200.000 unidades al año del modelo Corolla, el segundo de más ventas en EEUU en el segmento de berlinas compactas, y que actualmente se produce en plantas de Misisipí (EE.UU.) y Cambridge (Canadá).Diversos fabricante, entre ellos Toyota, han planificado la producción de vehículos pequeños y baratos en México para mantener su rentabilidad, ya que el margen en estos modelos es menor que el de automóviles más caros.

"(...) ¡De ninguna manera! Construya la planta en EE.UU. o pague un gran arancel aduanero", reza el texto del entrante mandatario, difundido a través de su cuenta de la red social Twitter el jueves.

Toyota respondió en un comunicado que "los volúmenes de producción o el empleo en Estados Unidos no se reducirán" debido al establecimiento de la planta (anunciada en abril de 2015) y que espera "colaborar con la Administración de Trump para servir los mejores intereses de los consumidores y el sector del automóvil".

También el Gobierno japonés ha salido en defensa del Toyota y el resto de firmas del sector. "La industria automovilística nipona empela a 1,5 millones de personas en Estados Unidos y aporta una importante contribución a al empresa estadounidense", ha dicho el ministro de Comercio, Hiroshige Seko. "Es importante que las industrias lo han saber y que el Gobierno lo subraye si es necesario", ha recalcado.

El ultimátum de Trump a Toyota se produce después de que el martes amenazara a General Motors (GM) con aranceles si mantiene la producción en México del compacto Chevrolet Cruze Hatch que luego es exportado en pequeñas cantidades a Estados Unidos. Ford ya ha claudicado ante las presiones del presidente electo y el martes anunció la cancelación de una inversión de 1.600 millones de dólares en México.