A los operadores no les gusta estar semana tras semana oscilando cada día unas décimas arriba o abajo sin encontrar aliciente para romper los límites que fijan los analistas sobre el techo y suelo en los que se van a mover los índices. Los mercados europeos están deseosos de romper estos márgenes, pero no encuentran alicientes. Hasta la semana pasada, el atractivo era si la Fed de EEUU iba a subir los tipos de interés más pronto que tarde. Ya se sabe con certeza que sí habrá subida, pero no cuando. Y los mercados anticipan el escenario de encarecimiento del dólar. Hay ventas en Europa por si se presentan oportunidades en los corros de Wall Street. Todo muy suave, como el final de vacaciones sin que varíe el termómetro. El Ibex 35 cedió medio punto hasta la cota 8.616.