25 de los 130 bancos que ha realizado las pruebas de resistencia no han aprobado el examen, según ha anunciado hoy el Banco Centreal Europeo (BCE), que confirma las informaciones aparecidas el pasdo viernes en este sentido. No obstante, el déficit de capital de esas 25 entidades equivale a 25.000 millones de euros. "12 de los 25 bancos han cubierto ya su déficit de capìtal con la aportación de 15.000 millones, ha destacado el BCE.

La revisión de calidad de los activos bancarios, denominado AQR, que básicamente pretendía establecer si las cartreras de los bancos europeos estaban valoradas correctamente, ha relfejado unas necesidades de ajuste de 48.000 millones de euros.

Los 13 bancos que no han cubierto el déficit de capital disponen ahora de dos semanas para enviar su plan de recapitalización al BCE. Se trata de los griegos Eurobank, National Bank of Greece y Hellenic Bank; los italianos Monte dei Paschi di Siena, Banca Popolare di Milano y Banca Popolare di Vicenza y Banca Carige, los eslovenos Nova Ljubljanska Banka y Nova Kreditna Banka Maribor; el portugués Banco Comercial Portugués; el austríaco Oesterreichischer Volksbanken; el irlandés Permanent Tsb y el belga Dexia.

Las entidades examinadas debían alcanzar una ratio mínima de capital de máxima calidad del 8% de sus activos en el escenario base de los test de estrés, mientras que en el escenario adverso debían mantenerse en al menos un 5,5%.

Los bancos que todavía requieren capital adicional deben enviar ahora al Banco Central Europeo (BCE) planes con las medidas que piensan adoptar para recapitalizarse en un plazo de dos semanas. A continuación, dispondrán de entre seis y nueve meses para cubrir sus déficits de capital.

PAGAR LA FACTURA

La factura deberá ser pagada en primer lugar con soluciones privadas y recursos internos, vía los accionistas y los acreedores junior, como preferentistas o titulares de deuda subordinada. Sólo si esto no resulta suficiente, las entidades podrán solicitar ayudas públicas, que en primer lugar serán nacionales. Si algún Estado miembro no cuenta con recursos suficientes, podrá pedir un rescate bancario a la UE similar al español.

El objetivo de los test de estrés es identificar los problemas que todavía quedan en el sistema financiero europeo justo antes de que el BCE se convierta en el supervisor único de la eurozona, algo que sucederá el 4 de noviembre. Con ello se pretende completar la reestructuración bancaria y recuperar la credibilidad ante los mercados para poder reactivar el crédito a la economía real.

Las dos anteriores rondas de test de estrés, llevadas a cabo por la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) fracasaron a la hora de detectar los problemas del sistema bancario europeo. La primera ronda, en 2010, no identificó la crisis de las entidades de Irlanda, que dos meses después tuvo que pedir el rescate. En la segunda, en 2011, no se detectaron las dificultades de las cajas españolas ni de la banca chipriota.