A partir de este 1 de julio, las eléctricas empezarán a hacer pruebas con la facturación horaria. Un total de 10,19 millones de contadores, el 36% del total, están listos para estimar los recibos por este sistema, al ser digitales o inteligentes y estar preparados para la telegestión. El kilovatio (kW) tendrá un coste distinto cada hora, es decir, 24 diferentes al día o 720 al mes.

De todas formas, será un periodo de pruebas. Las compañías no pondrán en práctica el sistema hasta el recibo de octubre, con consumos posteriores al 31 de agosto, tal como prevé una resolución del ministerio de Industria publicada a principios del mes pasado. Esto afecta a las denominads comercialziadoras de referencia, que son filiales de Endesa, Iberdrola, Gas Natural, E.on, EDP, CHC, Empresa de Alumbrado Eléctrico de Ceuta y Teramelcor, en Melilla.

Cada día a las 20,30, el usuario dispondrá de los precios de cada hora del día siguiente, que podrá consultar en la página de Red Eléctrica (REE) o webs o aplicaciones que se han creado a tal efecto. Una de ellas es la de Factorenergía.

Una vez que el sistema sea operativo realmente, los 10,19 millones de usuarios con contador inteligente y preparado para la telegestión podrán incidir en su recibo teniendo en cuenta lso costes del kW de cada hora. En general, los precios más elevados suelen ser por la tarde hasta las 23 horas o a primeras horas de la mañana. Es bueno tenerlo en cuenta al poner o programar por ejemplo la lavadora.

EN TORNO AL 40% DEL RECIBO

Hay que tener en cuenta que esta parte variable supone alrededor del 40% del total del recibo. El resto, alrededor de la cuarta parte son impuestos y el otro 35%, los costes regulados para financiar el sistema. Estos se pagan en parte a través del término fijo (cantidad fija por kW de potencia contratada) y los peajes (ligados al consumo).

Mientras no entre en vigor, seguirá rigiendo el patrón medio de consumo. La tarifa regulada o precio voluntario del pequeño consumidor (PVPC) más común entre es la 2.0 sin discriminación horaria.

Las eléctricas han lanzado ofensivas para empujar al consumidor a dejar la tarifa regulada y firmar un contrato con una comercialziadora del libre mercado, generalmente filial suya. En general ofrecen cuotas fijas para reducir la imprevisibilidad del neuvo sistema con la parte variable del recibo, pero a costa de un sobreprecio, como sucede con las hipotecas fijas.