El Zumosol ARS dio un paso decisivo en su lucha por organizar la fase final por el ascenso a Asobal al ganar por 30-25 al Barcelona B. Los palmeños derrotaron a uno de los conjuntos más complicados de la categoría en un partido que dominaron con cierta facilidad casi en todo su desarrollo. Los cordobeses ya ganaban por 7-3 en el minuto 6. Con esa diferencia salvaron el partido, pues el Barcelona nunca llegó siquiera a empatar. En el ecuador de la primera parte se situó a un gol (9-8) pero en el minuto 43 ganaba el ARS por cinco (22-17). Tras apretarse el choque en el minuto 47 (23-22), la sentencia llegó a un minuto de la conclusión (30-24).

Zumosol ARS: Manu, Costa, Del Castillo (3), Cabello, Caro (9), Esteban, Morales (5), Deco, Yoel (1), Consuegra (2), Requena (1), Moreno (3), Morgado (1), Aitor (1) y Agus (4).

Barcelona B: León, Deumal, Galán, Riel (3), Herms, Revuelta, Amigo (1), Tremps (1), Oliveras (1), Cherouveim (2), Castro (8), Vaquer (9), Cerezo y Forns.

Parciales: 4-3, 9-6, 11-8, 12-9, 14-13, 17-13, 18-15, 20-17, 23-18, 24-22, 26-22 y 30-25.

Árbitros: Mendoza y Visciarelli. Excluyeron a Yoel y Aitor, por el ARS y a Galán, Tremps y Cerezo, por el Barcelona B.

El Cajasur CBM cayó derrotado en su desplazamiento a tierras asturianas ante el Grupo Covadonga por 27-25. Los granates, que tuvieron que luchar constantemente contra los elementos, jugaron una pésima primera mitad ante un equipo que no se jugaba nada, marchándose a vestuarios al descanso con seis goles de desventaja. Los cordobeses salieron en la segunda mitad con otra cara, reduciendo paulatinamente la renta y llegando a empatar a falta de siete minutos, pero, tras desaprovechar hasta tres bolas para ponerse por delante, se vinieron abajo, teniendo en cuenta también una lamentable actuación arbitral de la pareja gallega.

No empezaron del todo mal las cosas para un Cajasur que presentó como principal novedad la presencia en portería de Álex Morón ante la baja de Ramón Fuentes. Los de Escribano dispusieron de inicio una defensa abierta presionante sobre el ataque local que dificultaba las acciones asturianas. Todo ello permitió mantener el juego nivelado en los primeros compases, y la sensación de que los cajistas estaban muy metidos en el choque.

Pero poco a poco el cuadro de Chechu Villaldea fue imponiendo su ley. El ataque cordobés no terminaba de funcionar, con un Jorge Martínez en la meta gijonesa que se hacía grande deteniendo incluso los dos primeros lanzamientos de siete metros visitantes. Luego, en defensa los granates ya no tenían tanta frescura y cedían situaciones de lanzamiento bastante francas para que especialmente Carlos Prendes sacara petróleo en seis metros y machacara la meta cordobesa.

Las luces de alarma se encendieron cuando el Grupo tomó una renta de siete tantos (12-5) en el minuto 18, obligando a Escribano a intentar cortar el ritmo local con tiempo muerto. El Cajasur reorganizó ideas y jugó algo mejor los últimos diez minutos del primer acto, pero todo el terreno concedido iba a resultar una dura losa difícil de levantar. Al descanso, el 16-10 del lado asturiano hacía presagiar una segunda mitad menos disputada de lo que a la postre resultó, pero al Cajasur no se le puede discutir nunca su lucha y entrega hasta el final, y ello a punto estuvo de llevarle a conseguir una victoria que hubiese resultado balsámica.

Pero la reacción granate no fue inmediata. Los de Escribano se dedicaron a sobrevivir en los primeros compases de la reanudación consiguiendo no perderle la cara al partido y moviéndose en una desventaja de cinco goles que parecía no inquietar a su rival.

Pero conforme pasaban los minutos al Grupo se le empezaba a hacer muy largo el partido, sobre todo en el aspecto físico. El 24-19 a falta de doce minutos para el final parecía casi definitivo, pero el Cajasur tenía guardada su mejor versión para el final. Con una intensidad defensiva inusitada y acciones brillantes en ataque, los cordobeses comenzaron su remontada paulatinamente.

Del 24-19 se pasó al 24-24 a falta de siete minutos, y en el Braulio García comenzó a cundir el nerviosismo porque los cordobeses se venían arriba por momentos. De hecho, el Cajasur tuvo hasta tres acciones para ponerse por delante, pero la precipitación algunas veces y una discutida falta en ataque señalada a José Jiménez que anulaba el tanto que ponía a los granates por encima minaron algo la moral visitante.

Miguel Paraja rompió la sequía anotadora local a falta de dos minutos para el final, anotando el 25-24 tras diez minutos sin marcar los locales. En el siguiente ataque Morales lanzó pero Jorge Martínez sacó una mano salvadora enviando el esférico al poste. Fue casi el final para los de Escribano, que se desinflaron en el último minuto y medio y vieron como sus opciones de salvación disminuyen tras la victoria de Zarautz en Torrelavega. Pero queda mucha vida todavía y el Cajasur sabe que rendirse no es una palabra que entre en su diccionario.

FICHA TÉCNICA: GRUPO COVADONGA 27-25 CAJASUR CBM

GRUPO: Jorge Martínez, Ancizu, Adrián, Alexis (2), Jano (3), Miguel Paraja (4), Samuel (5), Prendes (8), Pablo, Diego (2), Sergio, Marcos y Ángel Paraja (3).

CAJASUR: Álex Morón, Baena (3), Leo Ceballos (5), Borja, Dzokic (5), Jiménez (3), Pablo, Morales (3), Del Águila (1), Nano (2), Julián (2), Ruano (1) y Gallego.

ÁRBITROS: Rodríguez y Rosendo (Galicia). Excluyeron por el Grupo a Samuel, Marcos y Alexis (2); y por el Cajasur a Jiménez, Morales y Dzokic (2).

PARCIALES: 2-2, 5-3, 9-5, 12-6, 14-6, 16-10 (descanso); 20-14, 21-16, 22-18, 24-20, 24-24 y 27-25.

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la 26ª jornada de liga en División de Honor Plata, disputado en el Braulio García de Gijón ante unos 400 espectadores.