Gemma Mengual llenó ayer con su luz la piscina del Kazán Arena. Tres años después de anunciar su retirada (lo hizo poco antes de los Juegos de Londres), la barcelonesa de 38 años reapareció en la alta competición en el histórico debut del dúo mixto de sincronizada, al lado de Pau Ribes, de 19 años. Una leyenda (39 medallas internacionales, dos olímpicas, la nadadora más laureada del deporte español) y un debutante se encargaron de cruzar el umbral de una puerta que hasta ahora era tabú en los Mundiales: la participación de hombres en sincronizada.

Nada más alegórico para escenificar el regreso de Mengual que los acordes de la banda Evanescence y su canción Bring me to life (Traeme a la vida), que puso la coreografía a la 7 presencia en un Mundial de un icono del deporte español.

Lo que nació como un juego, con Mengual probándose en el agua después de haber sido madre en dos ocasiones, ha acabado con una propuesta muy sólida ("poco a poco nos fuimos animando", admite Mengual), en la que ha acabado involucrándose también la entrenadora Anna Vives. Fruto del trabajo de los tres fue la quinta plaza de ayer en la la preliminar. "Lo he pasado bien. Pese a ser quintos, estoy contenta. El objetivo era estar cerca de los favoritos", destacó Mengual. Pau Ribes calificó la actuación como "un honor" por estar al lado de Mengual.