La carrera de fondo emprendida por Sevilla hace diez años, cuando dio forma al proyecto 2004, quedó interrumpida ayer ante la velocidad punta de Madrid, cuyas infraestructuras de gran ciudad resultaron determinantes para la victoria. El entusiasmo demostrado por los representantes de la capital del Estado en los últimos días, cuando daban por segura la victoria sobre Sevilla y se referían ya a los futuros rivales internacionales, estaba justificado: las federaciones olímpicas, cada una con cinco votos, se pronunciaron inequívocamente, 90-45, por Madrid.

El hecho de que en el turno reservado para dudas sólo se formulase una pregunta demuestra que los miembros del COE llegaron a la asamblea con la decisión tomada.

El alcalde José María Alvarez del Manzano, el concejal de Urbanismo, Ignacio del Río, y el director general de la candidatura, Feliciano Mayoral, defendieron el proyecto madrileño ante la asamblea, con especial énfasis en las grandes infraestructuras no deportivas requeridas para los Juegos y que Madrid ya posee.

Las instalaciones deportivas, muchas de ellas aún por construir, quedaron en un segundo plano, aunque Mayoral subrayó que Madrid "organizará en dos años más competiciones que cualquier otra ciudad del mundo".

De poco le sirvió a Sevilla la gran habilidad mostrada en la presentación de ayer por el presidente adjunto de la candidatura, Alfonso Seoane, para desmontar el principal argumento de Madrid, su condición de gran ciudad. Con las actuales vías de comunicación, añadió, "el debate sobre ciudades grandes y menos grandes queda obsoleto".

Pero la suerte estaba echada y Madrid se llevo el gato al agua . La alegría de los defensores de Madrid y la decepción de los partidarios de Sevilla no tardó en reflejarse.

José María Alvarez del Manzano, alcalde de Madrid, decía que "no hay tiempo que perder porque en el 2004 tenemos que pasar el corte del COI, y para ello debemos cambiar de ritmo, pasar de la velocidad normal a la velocidad de esprint".

Por su parte, Alfredo Sánchez Monteseirín, alcalde de Sevilla, opinaba que su ciudad "cede hoy la antorcha olímpica a Madrid para esta etapa porque así lo ha querido la mayoría del COE, pero seguiremos mirando la llama que arde cada cuatro años".

Alejandro Rojas--Marcos iba más directo y afirmaba que "Madrid ha tenido los votos del poder, mientras Sevilla obtuvo los de la simpatía".