Puede que sea por la euforia de los cuatro triunfos consecutivos del Córdoba. Quizá sea por el optimismo que irradia pensar en El Arcángel lleno o rozando su límite de capacidad. Probablemente influyan los números del Real Oviedo, candidato al ascenso, que fuera de casa parece flojear. Pero el ambiente en torno al encuentro del próximo sábado se intuye en el entorno blanquiverde como más favorable de lo que debiera. Porque en un lado están las sensaciones y en otro las realidades. Entre estas últimas y relacionado con la actuación de los carbayones fuera de casa, el equipo de Anquela no flojea tanto cuando actúa como visitante como pudiera parecer. Los asturianos han perdido menos de la mitad de los encuentros, siete sobre 16, empataron siete y ganaron tres. Es el décimo mejor visitante de la categoría, con 15 puntos sumados, pero sus últimos encuentros lejos del Carlos Tartiere han transmitido una sensación que necesita, como mínimo, de matices.

Los tres últimos viajes del Real Oviedo han sido a Tenerife, Zaragoza y Cádiz, probablemente los tres equipos más en forma de la Liga en estos momentos de competición, junto al Córdoba. Incluso en el Ramón de Carranza anotó el primer gol del encuentro y fue remontado en la última fase del mismo. Salvo en la isla, los partidos fueron resueltos por la mínima y en Cádiz jugó durante casi una hora con un jugador menos. Por lo tanto, esos tres últimos viajes de los carbayones, y pese a las derrotas, reflejan que el equipo de Anquela, fiel al estilo de su técnico, siempre se muestra como un grupo muy competitivo.

¿Y en los anteriores encuentros como visitante? Cronológicamente, el Oviedo arrancó sendos empates en Reus y en campos nada fáciles como Vallecas y El Alcoraz, que entonces era el líder. Además, se impuso ante rivales teóricamente asequibles como el Lorca, el Sevilla Atlético y el Gimnástic, y empató en Almería, en Gijón y en el Mini Estadi. Echando una vista más amplia y global a la temporada de los asturianos fuera de casa se puede deducir que, más allá del juego que practiquen, se muestran como un grupo muy difícil de batir y que, aparte de toparse con rivales en un pico de forma alto, casi siempre se han mostrado capaces, como mínimo, de puntuar lejos del Tartiere.

Por si fuera poco, a Anquela no le va mal en sus cruces con el Córdoba. Como jugador no tuvo tanta suerte, ya que de sus cinco enfrentamientos ganó uno, empató otro y perdió en tres. Pero como entrenador ha ganado siete de los 10 partidos ante los blanquiverdes, un 70% de acierto. De hecho, Anquela tiene el mejor dato porcentual de triunfos ante el Córdoba de entre los equipos a los que se ha enfrentado en 10 o más encuentros. Sólo ha caído en tres ocasiones. Para finalizar y por hacer más específico el dato, Anquela ha visitado en cuatro ocasiones El Arcángel como entrenador del equipo rival y sus resultados son equilibrados: dos derrotas y dos victorias. Cayó en la 2011/12 con el Alcorcón (3-1) y en la 2013/14 con el Numancia (3-1), mientras que se impuso en la 2010/11 con los alfareros y por goleada (1-4) y en la 2016/17 con el Huesca (0-2). Por lo tanto, el equipo blanquiverde tendrá que alejarse de todo el ambiente casi eufórico que le rodea y tener claro que el Oviedo que llega el sábado no será, ni muchísimo menos, asequible. Los datos y los antecedentes reflejan que el conjunto asturiano es un visitante más que engañoso.