POSITIVO

1. Fortaleza por el centro. Más allá de individualidades en unos u otros puestos, lo cierto es que este Córdoba ha empezado la casa por los cimientos. Por el centro, Ferrer ha dado con la clave desde el inicio y, a partir de ahora, habrá que esperar a los momentos de forma de cada uno. Los centrales han respondido, incluso Deivid estuvo a un correcto nivel en el Juegos Mediterráneos. A Rossi y a López Garai también se les puede señalar como aciertos, aunque habrá que confiar en que la veteranía del vasco solo se refleje en la experiencia. Menos de un mes y ahí las cosas parecen estar claras.

2. Una cualidad irrenunciable. Otro aspecto de este Córdoba está centrado en el compromiso. Al igual que en la temporada pasada, el técnico blanquiverde comienza a separar el grano de la paja: solo hay que ver la convocatoria. Hace meses acertó, o al menos eso dicen los resultados. Pero lo ideal sería lograr que todos, sin excepción, estén por la labor de lograr un objetivo que no solo beneficia al técnico, al club o a la ciudad. Son los propios jugadores los que obtendrían los mayores réditos de ese éxito. La mayoría parecen entenderlo en estas primeras jornadas.

3. Novenas para no enfermar. El acierto en la incorporación de Fede Cartabia se adivinaba ya en el verano, lo cual no quita peso al arranque del argentino. Capitaliza la mayor parte de las jugadas de ataque del Córdoba, es autor de los dos goles que lleva el equipo en su haber, que han otorgado asimismo dos puntos y, además, va dejando aureola de futbolista dotado con un don como pocos. Ahora, el reto será lograr un grupo en el que no que haya que organizar novenas para que el extremo ni tan siquiera se resfríe.

NEGATIVO

1. Dilema con los costados. Va dando avisos en estas tres primeras jornadas. Con los extremos jugando hacia adentro, el rival logra con la subida de los laterales una superioridad en banda que aún no se ha resuelto. El Celta ni tan siquiera necesitó de ello, incluso. Ximo y Dubarbier se asociaron con Wellington y Edgar y lograron que estos dos últimos brillaran en demasía. Las ayudas que debían recibir Campa y Crespo, se quedaron casi en apoyo moral. Al menos el sevillano tiró de experiencia y por momentos logró igualar los duelos. Una vez más, no es solo problema de los laterales.

2. Esa pequeña indefinición. Si quiere el balón, no ejerce una presión acorde a esa intención de tenerlo, jugarlo y tocarlo. El juego de este Córdoba aturde en ocasiones, como si padeciera momentos de pequeñas indefiniciones. ¿Demasiado pendiente del rival? En todo caso, y sin ser ello un punto negativo, las salidas al contragolpe o las transiciones rápidas siguen pecando de falta de calidad, claridad en los movimientos. Salvo si se cumple la primera máxima marcada desde el banquillo: balón al número 10, que él sabe qué hacer. Pero el resto de los de arriba se resienten.

3. ¿A la tercera va la vencida? Era difícil de comprender que con un delantero referencia como Xisco Jiménez llegara en verano Mike Havenaar. Si los lunares del balear podían ser su limitada movilidad o escaso sacrificio defensivo, el japonés no le gana. Al menos en esos dos conceptos. En Almería tenía clara su aporación: bajar el balón para ofrecer al equipo la posibilidad de segundas jugadas. Pero no estuvo acertado. Lo peor para él, que parece llegar un 'transformer' llamado Ghilas. Ahora parece un tractor, pero...