Los aficionados daneses al fútbol parece que también quieren subirse al carro de la violencia y la lucha contra el 'fair play' y además de la forma más desagradable posible. Si en los estadios de fútbol se había visto como los seguidores locales lanzaban todo tipo de objetos a los futbolistas rivales, jamás hasta ahora se habían tirado ratas muertas a los jugadores del conjunto contrario. Y esto sucedió el pasado lunes en el encuentro de la Liga de Dinamarca entre el Brondby y el Copenhague (0-1).

Ocurrió en la segunda parte cuando el Copenhague se dispuso a lanzar un saque de esquina. En ese instante, desde la grada del fondo de la gradería, comenzaron a llover roedores muertos, en una imagen tan espantosa como asquerosa.