El Córdoba regresa mañana a la competición liguera y lo hará en una plaza complicada como es El Molinón. Aunque por lo que desgranó ayer Jorge Romero en rueda de prensa, «el equipo se encuentra con ganas de competir y ha regresado del parón mejor de lo que esperaba». Tras golear al Reus, el Córdoba volvió a ganar tras 11 partidos sin hacerlo y «pese a que parecía que nos cortaron esa racha positiva que podía darse, también han venido bien estos días de desconexión ya que los jugadores han pasado una mala época». Por ello, «qué mejor forma de hacerlo que con las sensaciones que lo hicimos», dijo el técnico.

Además, el rival que tendrá en frente, el Sporting, no atraviesa su mejor momento de la temporada tras ganar un solo partido de los últimos ocho que ha disputado. «Esta categoría es muy igualada y no sabemos qué tipo de partido nos interesa, pero sin duda será un partido difícil ya que ellos tienen la necesidad de ganar», señaló ayer el entrenador blanquiverde.

El Sporting es un equipo llamado a pelear por el ascenso, aunque a día de hoy se encuentra a siete puntos de los puestos del play-off. «El mensaje que transmito a mis jugadores es de convertir las dificultades en posibilidades, después pasará lo que tenga que pasar», insistió un Romero que quiso subrayar de su oponente de mañana que «creará juego y presionará mucho más arriba dado que han tenido más tiempo para entrenar con su nuevo técnico, Rubén Baraja». Pese a que la diferencia entre ambos equipos es de 13 puntos, «parto con la idea de que el empate no es bueno porque este partido es para ganarlo».

DÍA A DÍA / Este mes de enero se avecina con muchos movimientos en las oficinas de El Arcángel. Y aunque de momento no se ha cambiado ningún ápice, «sabemos que en el club van a cambiar muchas cosas, pero nuestra forma de trabajar estaba ya antes de que saliera todo eso; y hubiera seguido igual si no hubiera cambiado nada», apuntó el preparador cordobesista.

Con este mensaje Romero quiso recalcar que la prioridad tanto del equipo como del cuerpo técnico es «el partido de Gijón». Además, el preparador del Córdoba, según afirmó ayer, ha tenido siempre la sensación de que podía dejar el cargo en cualquier momento. «Cuando me dijeron que me haría cargo del primer equipo, les dije que trabajaría con la idea de que cada día podía ser el último, pero con el convencimiento de que voy a estar mucho tiempo». Es el día a día de cualquier entrenador, pues «nos ganamos el puesto cada semana y después en función del tiempo que estés y del crédito que te ganes, pues tendrás más o menos margen de error; es mi sensación, no sé si será real o no pues puede que el que decida mi continuidad no piense así y crea que debo estar mucho tiempo».

Una manera de trabajar que le lleva «a tener la máxima ilusión en lo que hago», subrayó un Romero que se sintió halagado por el reconocimiento de jugadores como Alfaro, quien el pasado martes reconoció que la plantilla está muy contenta con su método de trabajo y su sistema de juego. «Todo un referente en el vestuario» y cuyas palabras «dan más sentido a mi trabajo y siempre alegre que la gente», apuntó. Por otra parte, el entrenador cordobés quiso recordar la baja de Noblejas por lesión, y también estará pendiente de Stefanovic que, en principio, llegará hoy a Córdoba tras resolver sus problemas con el visado.

MERCADO DE FICHAJES / Desde el pasado martes los clubs ya pueden adquirir nuevos jugadores y dar salida a otros. Sobre esta cuestión, Jorge Romero resaltó que «hay una parcela deportiva que supongo que pedirá mi opinión cuando me la soliciten y cuando eso suceda, la daré de manera privada; yo tengo mi pensamiento, pero cuando requieran mi opinión establecemos lo que el equipo pueda necesitar, pero mientras tanto no es conveniente hacerlo público y sin haberlo consultado con ellos, pues debemos ir todos en la misma línea».

El Córdoba afronta la segunda parte del campeonato con la única convicción de conseguir los tres puntos que le permitan mantener las buenas sensaciones. Una victoria que inyectaría al Córdoba su mejor vitamina.