El 2 de agosto del 2014 el Córdoba fichaba a Raúl Bravo y no pocos se echaron las manos a la cabeza. Con 33 años, muchos vieron en él a un jugador que ya lo había dicho todo en el fútbol y, sin embargo, 13 meses después, su marcha provocó no pocas críticas al club, que había guardado silencio ante la decisión del entonces entrenador, Albert Ferrer. Un ejemplo de rendimiento, al menos en un año, ya que el de Gandía contribuyó activamente en el ascenso a Primera, tanto con el disparo rematado por Uli Dávila en Gran Canaria como en su partido en Murcia, en la elimintoria anterior de 'play-off'.

Pero su llegada rompía la línea marcada por el club blanquiverde desde la llegada de Ecco Documática como dueña del paquete mayoritario. Desde ese momento se habló de "jugadores con hambre" y "futbolistas con proyección", algo que no cuadraba con el defensa valenciano, al que el tiempo le dio la razón. Hasta ese momento y también durante la pasada campaña, el club se ha afanado, principalmente, en encontrar a futbolistas jóvenes que destaquen. Y para que esa luz brille han de ser futbolistas de mediocampo hacia adelante. De hecho, las cifras son claras: en los últimos cuatro años, el Córdoba ha fichado casi tantos defensas como delanteros, a pesar de que tradicionalmente son cuatro los elementos defensivos y uno o dos, según el sistema empleado hasta ahora, los de ataque. Y entre esos futbolistas de ataque, muchas apuestas: desde Paulinho a Ayina, pasando por Patiño o Fede Cartabia, que también llegó cedido con una cláusula de compra, al igual que Raúl de Tomás. Sin embargo, pocos tuvieron éxito o, si llegaron a él fue relativo. El único delantero fichado por el que se ha sacado dinero ha sido Javier Patiño (unos 100.000 euros), mientras que el otro punta por el que se obtuvo dinero venía de la cantera: Fede Vico. Dinero que hasta hoy supone el récord de un traspaso en el Córdoba después de una temporada, la 12/13, en la que el futbolista fue pasado de la banda a segundo delantero por Rafa Berges. A pesar de que las apuestas por los atacantes han sido contínuas, al punto de suponer casi el mismo número de contrataciones que defensas, lo cierto es que en dinero ingresado no ha habido tanta diferencia, sobre todo después de la operación Crespo, sumada a la cláusula de Juan Carlos y la venta de Fernández. Este año vuelve el Córdoba a la carga con hasta cinco futbolistas que se desempeñan en lo más alto del dibujo y seguirá estando Xisco, hasta ahora el delantero más rentable (véase gráfico) y, paradójicamente, el menos reconocido. A ese nuevo Córdoba de los últimos años se une el regreso de Emilio Vega, que vivió dos mercados veraniegos y uno invernal en el Córdoba en Segunda. En total firmó a 17 jugadores y echando una somera vista a las listas de entonces, tienen mucho en común con la lista de adquisiciones blanquiverdes para la temporada 2015/16. Un cóctel previsible cuando se anunció la unión de sus destinos: veteranía y apuestas. El tiempo dirá si agrio o dulce.