El holandés Max Verstappen (Red Bull) agotó este domingo con su triunfo en el Gran Premio de Malasia de Fórmula Uno la victoriosa racha del británico Lewis Hamilton (Mercedes), quien había dominado las tres anteriores carreras.

Campeón recientemente en Bélgica, Italia y Singapur, el líder del Campeonato del Mundo -que también venció en China, España, Canadá y Gran Bretaña- cedió esta vez la primera plaza a Max Verstappen.

Un día después de celebrar su vigésimo cumpleaños, el joven piloto de origen belga dinamitó su mala suerte.

No pisaba el podio desde la segunda cita del calendario y empezaba a acusar el peso de los siete abandonos en catorce Grandes Premios, según reconoció a su llegada al circuito de Sepang.

"Definitivamente, éste no es mi año", afirmó el jueves en rueda de prensa. El tercer puesto logrado el sábado en la sesión de clasificación, sin embargo, le invitó a recuperar el optimismo. Su confianza se multiplicó esta misma mañana, con la retirada del finlandés Kimi Raikkonen (Ferrari) antes de tomar la salida.

Este domingo, de hecho, su conducción fue "absolutamente dominante", según palabras de Chris Horner (Red Bull).

"Desde el principio me he sentido muy bien en el coche", coincidió el piloto. "Y al ver que Lewis sufría un poco más lo he intentado. He podido hacer mi propia carrera. Es increíble ganar", subrayó tras recoger el trofeo que le distingue como campeón.

Esa imagen, con Max Verstappen saboreando la primera posición, se había dado únicamente en otra ocasión: en el Gran Premio de España de 2016 cuando, con 18 años, 7 meses y 15 días, se convirtió en el más joven vencedor de un Gran Premio de Fórmula Uno.

"Yo solo puedo darle mi enhorabuena", apuntó caballeroso Lewis Hamilton, satisfecho por una segunda plaza que le hace más líder del Mundial. Hasta los 34 puntos elevó su ventaja sobre el alemán Sebastian Vettel, protagonista de una sorprendente remontada que le llevó desde la última hasta la cuarta plaza.

Aunque un problema en el motor de su Ferrari le hundió en la parrilla de salida, el alto ritmo de su monoplaza le permitió rebasar a quince pilotos. Incluso el finlandés Valtteri Bottas, compañero de Lewis Hamilton en Mercedes, debió abrirle paso.

Ese adelantamiento justifica el prudente mensaje del inglés. "Tenemos que seguir trabajando en la evolución del coche porque todavía quedan cinco carreras por delante y sitios donde Sebastian Vettel puede ganar", sostuvo.

Su principal adversario minimizó, en efecto, la pérdida de puntos en un fin de semana desgraciado para la fábrica de Maranello. Falló su motor. Y también el de Raikkonen, antes del comienzo de una carrera que se desarrolló en su totalidad en condiciones de seco.

Eso facilitó la aparición de Daniel Ricciardo (Red Bull) en la tercera posición, repitiendo presencia en el podio.

Él fue el ganador de la anterior edición del Gran Premio de Malasia, que hoy se despidió de la Fórmula Uno dada la decisión del Gobierno de no renovar una vinculación que se extendía desde 1999.

Desde una meritoria sexta posición se despidió de Sepang el mexicano Sergio Pérez (Force India), disminuido por un virus estomacal. El belga Stoffel Vandoorne fue, por su parte, el piloto que entregó un botín de seis puntos a McLaren Honda toda vez que el español Fernando Alonso se quedó fuera del top-10.

El asturiano, dos veces campeón del mundo de la disciplina, fue undécimo. Tras perder "el tren de cabeza" en la segunda y tercera curvas, se vio incapaz de "ayudar al equipo". "Ojalá pueda hacerlo el próximo fin de semana", indicó Alonso en alusión al Gran Premio de Japón, que se disputará del 6 al 8 de octubre en Suzuka.

Precisamente, tras competir "en la casa de Honda" -suministrador de los motores utilizados por la escudería McLaren- Fernando Alonso deberá resolver su futuro. Aunque su contrato concluye al término de la actual temporada, ha pospuesto su renovación pese al anuncio de que Renault será el nuevo proveedor de las unidades de potencia.

La jornada dominical también resultó aciaga para su compatriota Carlos Sainz, quien rodaba octavo cuando una avería "relacionada con la parte eléctrica del motor" le obligó a abandonar el Gran Premio.

Sí llegó a meta el francés Pierre Gasly, su nuevo compañero en Toro Rosso dada la decisión de la filial de Red Bull de prescindir del ruso Daniil Kvyat en Malasia y Japón.

Ahí viajará con la motivación de retomar su particular lucha con Williams, principal rival de Toro Rosso en el Mundial de constructores. Hoy les ganó la partida, con el canadiense Lance Stroll y el brasileño Felipe Massa en la octava y novena posiciones, respectivamente.