En ciclismo rara vez los jueces toman decisiones polémicas e incluso injustas, pero también se equivocan y no siempre son justos con sus determinaciones. Y este martes, en Banyoles, no lo fueron con José Joaquín Rojas, a quien arrebataron el jersey verdiblanco de líder por empujar supuestamente a dos compañeros del Movistar, algo que suele ocurrir infinidad de veces en las contrarrelojes por equipos cuando un corredor busca la posición y toca a sus compañeros avisándolos para que no pierdan el contacto.

A Rojas le impusieron tres minutos de sanción después de subir al podio y recibir el jersey de líder de la Volta. Sus compañeros del Movistar quisieron que fuera el primero en cruzar la línea de meta de Banyoles, tras una fantástica crono que catapultó a Alejandro Valverde, proclamado líder tras la sanción de su compañero, hacia la victoria en la Volta. Saca 46 segundos a Chris Froome y Mikel Landa y 1.15 a Alberto Contador. El ciclista madrileño lleva escrita la palabra ataque en la frente, pero se presume como un reto superhumano noquear en la montaña a un fuera de serie como es Valverde.

Sin embargo, el castigo a Rojas enturbió el triunfo de su equipo. En una fase de la crono, cuando el corredor murciano establecido en Andorra volvía de su relevo y se descolgaba a la parte trasera del grupo, tocó a su compañero costarricense Andrey Amador (sancionado con dos minutos por dejarse empujar dos veces, lo que negó su equipo) y al portugués Nelson Oliveira (le impusieron un minuto por idéntica razón). La acción no aportó ningún beneficio al Movistar lo que, además, entendieron los jueces. En el caso de que hubieran visto que Rojas propició ventaja a los suyos habrían penalizado a todo el Movistar con un minuto. Y no lo hicieron. De ahí la ilógica determinación de los jueces internacionales de la Volta.