Difícil encontrar nuevos horizontes cuando se ha superado el siglo de historia, como le sucede al Tour de Francia, que cada año persigue renovar los retos que propone en su recorrido, aderezados en su propuesta para el 2015, presentada este miércoles en París, con adoquines, etapas trampa, pocos kilómetros contra el reloj y el juicio final del Alpe d'Huez.

Como sucedió en el 2009 con el Mont Ventoux o en el 2013 con Semnoz --donde el colombiano Nairo Quintana logró su primera victoria en la ronda--, los organizadores han buscado "acercar la montaña a París" y dejar que sea uno de los picos míticos el que perfile los contornos definitivos del podio final de los Campos Elíseos.

Una montaña mítica

En esta ocasión, el honor ha recaído en el Alpe d'Huez, con sus 21 curvas repartidas en menos de 14 kilómetros y una pendiente media superior al 8 %, la traca final de una edición en la que, como viene sucediendo en los últimos años, la montaña vence a la contrarreloj. Son los nuevos tiempos que corren en el Tour, cuyo patrón, Christian Prudhomme, quiere una carrera abierta, sin el intermedio de las manecillas que siempre dan una renta a los especialistas para que puedan dosificarla en las puertas del París.

Nada más conocer el recorrido oficial, Alejandro Valverde, número uno de la clasificación mundial, se ha mostrado satisfecho. "Es un Tour bonito para mí porque tiene muy poca contrarreloj. Sólo los 14 kilómetros del primer día y después los 28 por equipos en Plumelec. Con ocho finales en alto, es un Tour muy duro, el que más de los últimos años", ha comentado a través de un comunicado difundido por el equipo Movistar. Al corredor murciano, sin embargo, le ha "sorprendido que haya tan poca contrarreloj, pero también el hecho de que las etapas tienen menos kilómetros que otras veces, son más cortas".

"Es un recorrido más del estilo de la Vuelta", ha añadido. "Sé cuál sería mi papel y más viendo lo bien que le viene muy a Nairo [Quinatan]. Si al final lo corro, creo que podemos hacer un gran dúo como apuntábamos a hacer en la última Vuelta antes de su caída", ha adelantado, pero ha subrayado que su equipo no ha habaldo todavía de calendario. "Lo haremos en la concentración de mediados de noviembre y plantearemos lo más interesante para hacer", ha concluido.

Se decidirá en alto

En al misma línea, el líder del equipo Tinkoff-Saxo, Alberto Contador, ha afirmado que el Tour 2015 es de su gusto, ya que es "más duro que los últimos años" y ha revelado que, a pesar de que le "exigirá recuperarse bien tras el Giro de Italia", lo va a "preparar a tope". "En general, es un Tour en el que hay que llegar fresco al final, pero al que también hay que llegar en forma porque es muy exigente al principio", ha abundado.

Dos finales en alto marcarán la primera parte de la competición, que concluirá con una contrarreloj por equipos "a la que será importante llegar sin haber perdido corredores por caídas o enfermedad, porque una etapa así no es lo mismo hacerla con el equipo completo que con dos ciclistas menos", ha analizado.

El ciclista de Pinto, ganador de la última edición de la Vuelta a España, considera clave "salir de la primera parte sin haber perdido tiempo en la general, ya que será en la montaña donde se va a jugar un Tour especialmente exigente debido a tantos finales en alto". "Los finales en los Pirineos serán muy importantes, lo mismo que la llegada a Mende. Es un final que conozco muy bien y en el que, a pesar de ser corto, se hacen diferencias", ha subrayado.

El líder del Tinkoff-Saxo, que en la pasada edición del Tour tuvo que abandonar tras una aparatosa caída, confía además en estar protegido por un equipo fuerte que le permita defenderse de los ataques de otros corredores en las etapas de los Alpes y que le ofrezca "muchas posibilidades tácticas en caso de tener que atacar".

Nibali, contento; Froome, disgustado

También ha dado su opinión sobre el recorrido Vincenzo Nibali, vencedor en el 2014. "Me viene bien, me recuerda al Tour de este año, con una primera semana muy complicada", ha afirmado el ciclista del Astana, que ha asistido en París a la presentación. En opinión del ciclista italiano, los organizadores han reducido el número de kilómetros contrarreloj para dar cierta ventaja a los franceses, como Thibaut Pinot, tercero en la pasada edición y que suele ceder tiempo en ese terreno.

Menos vontento se ha mostrado el británico Chris Froome, ganador en el 2013 y segundo en el 2012, que incluso ha adelantado que sopesa no disputar la ronda francesa porque se adapta poco a sus características. "El Tour del próximo año es montañoso y la contrarreloj tendrá poca importancia, lo que significa que se decidirá en la alta montaña. Será una carrera dura y exigente", ha analizado el ciclista del Sky.