Cuando llegó José Luis Oltra al Córdoba no hacía más que repetir aquello de «equipo protagonista», que era lo que pretendía para su Córdoba. Tardó tres jornadas en matizar aquello y optar por un fútbol poco vistoso basado en el contragolpe rápido y la efectividad de los de arriba. Luis Miguel Carrión todavía habla de «equipo valiente», aunque ya va añadiendo matices. Ayer, en sala de prensa, durante el análisis previo del encuentro ante el Sevilla Atlético, reconoció que «si me das a elegir prefiero un partido en el que el Córdoba vaya a la portería contraria aunque eso implica que te puedan coger alguna vez». Así, «intentaremos ir a atacar y a generar ocasiones».

En este sentido, el entrenador espera «un partido abierto». Y aunque «queremos jugar, no somos tontos. Sabemos que tiene gente muy rápida y no vamos a darle ese tipo de facilidades». Pese a ello, al entrenador cordobesista le gustan «los partidos en los que mi equipo va al ataque, no siempre puede ser así porque hay un rival que a veces no te deja».

Fue, precisamente, lo que pasó ante el Numancia, que no dejó que el Córdoba fuese al ataque. «Estuvimos espesos con balón. No presionamos rápido. Ellos acumularon muchos por dentro. En la segunda parte, controlamos mejor tras cambiar el sistema, pero estuvimos muy imprecisos». Ahora bien, pese al pestiño de encuentro, «no fue para tanto». Y lo argumenta con una llamativa estadística. «Los números -que son reales siempre porque los manda una empresa externa (¡¿?!)- fueron 51 a 49%. Ellos no chutaron ni una; nosotros, una. El partido fue malo para los dos equipos».

RIVAL MÁS OFENSIVO

Esta semana no tendrá enfrente un rival que especule con el resultado, que haga una visita sin ni siquiera alinear a un delantero en su once titular. Delante tendrá a un Sevilla Atlético que ya se impuso en el encuentro de ida, con un 0-1, aunque pudo ser un resultado más abultado si Curro no hubiese estrellado el balón en la cruceta. «El Sevilla (Atlético) es algo más vertical. Trata de jugar, tiene buenos jugadores. Le vino bien la victoria del otro día. Como todo filial, cuando pasa momentos malos son más largos, y los de euforia, lo mismo», dice un Carrión con experiencia en la gestión de filiales. Y luego, el tópico «trataremos de hacer un buen partido para conseguir los tres puntos».

Pero como la Segunda se caracteriza por que «cualquiera le puede ganar a cualquiera», el técnico recuerda que «todo profesional tiene que estar metido en cualquier partido», aunque sea un filial, máxime si está en juego la salvación. En este sentido, «miro más la clasificación cuando gano; cuando pierdo, menos. Todo el mundo tiene que estar informado. El equipo ha asumido la situación en la que estamos, por lo menos yo intento que entiendan que la situación en la que estamos es la que hay».

Ahí llega la principal matización a la idea origina. «Llevamos tiempo haciendo bien las cosas, excepto el otro día, y queremos seguir haciéndolo y conseguir puntos, porque es al final lo que importan. La forma es importante, pero necesitamos salir de esta situación, el equipo está bien».

ROTACIONES

Y como el choque ante el Numancia no gustó (bien es cierto que llegaba un Córdoba de circunstancias), habrá de nuevo «algún cambio. Cuando era jugador me gustaba que el equipo cambiase si las cosas no van bien. Cuando un jugador sale y lo hace bien, tiene que quedarse sea el que sea y, cuando está mal, si hay otro que está empujando desde atrás, tiene que entrar el de atrás».

Descartados quedan Juli, Caballero y Bijimine.