--"Hoy se cierra un capítulo de esta historia que pone fin a la infamia, pero aún queda mucho por escribir". ¿Qué queda?

--Yo creo que no tenemos que dotarlo de ningún doble sentido, ni que estamos iniciando ninguna fase de nada, lo que nos dictó poner ese último párrafo (en el comunicado de los exconsejeros de Prasa tras conocerse el auto "fortuito" del juez, que puso fin al concurso de acreedores del Córdoba sin castigo alguno para los quince) es que la historia nos demuestra que todos los procesos que han sido conflictivos acaban con el tiempo sabiéndose. Por iniciativa propia, la nuestra no se va a saber. Desde hace tiempo, ¿cuál es la esperanza? Que cuando se sepa todo nuestra posición quedará más clara y equilibrada después de este tiempo tan convulso que hemos vivido. Pero nosotros ya hemos dado por cerrado este proceso.

-Eso suena a que hay mucho por contar que sigue oculto...

-Se ha quedado mucho por contar evidentemente porque nuestra posición desde el momento en que los administradores concursales emiten el informe de culpabilidad es una posición de debilidad jurídica, y dado que hablamos de un club de fútbol no de una empresa que fabrica muebles, de debilidad mediática. Esto no es una pelea del Córdoba de hoy con los consejeros anteriores, por medio hay un informe de dos administradores concursales que elige un juez y a partir de ese momento la carga de demostrar que eso es falso depende de nosotros. Y al mismo tiempo no estamos en posición de estar todos los días en los medios porque es un tema que no interesa demasiado, mientras que las otras personas sí están en disposición de estar diciendo todos los días lo que se les ocurra, y esa situación de impotencia la hemos vivido porque remitiéndonos al comunicado de peticiones que nos hacen los administradores, a los que se suma entusiastamente el Córdoba, nos piden 6 millones de euros cuando no ha habido ningún daño patrimonial como se ha demostrado, y la inhabilitación profesional por cuatro años: la ruina económica y la profesional nada más y nada menos. Entonces, cómo va a permanecer una persona inerme cuando tú lo único que has hecho es administrar con eficiencia los dos años que hemos estado al frente de una crisis de las mayores que ha tenido el fútbol y del propietario del club. Evidentemente no lo podemos considerar más que una agresión (...). Hasta que acabara este procedimiento solo podíamos levantar la bandera de nuestra honestidad porque si no, lo que quedaba era la propaganda permanente. Lo de que nos encontramos en quiebra es mentira y se ha demostrado. Era el club que menos debía en Primera y Segunda, luego no era un problema de estos gestores sino del fútbol en general, con concursos entre 80 y 135 millones como el Zaragoza, el Dépor, el Rayo, el Betis... que hemos vivido, o clubs que debían menos pero no eran capaces de continuar como el Albacete, que hubo de irse a Segunda B, o el Nástic. Hay muchos ejemplos a nuestro alrededor de cómo gestionando de una manera o de otra el Córdoba estaba relativamente saneado con una deuda de ocho millones y unos ingresos de seis, siete millones al año, que no es nada importante en cuanto a fracciones de impago en el tiempo. Entonces, todos los días oír esto de alguien que no ha puesto ni un solo euro como él mismo reconoce, pues es otra injusticia añadida a esa posición de debilidad y de inferioridad. Comprendo que a veces puede parecer nuestra actitud cuando hemos salido a los medios un poco agresiva, indignada, pero es que el problema de fondo para nosotros ha sido muy fuerte.

--Ha hablado de muchas cuestiones, pero no ha citado una de las argumentaciones de su grupo desde el inicio. Esa empatía entre club y administradores concursales. ¿Tanto poder de persuasión le otorga a un recién llegado a Córdoba como para poner en marcha esa supuesta maquinaria?

-Hay un hecho que marca todo el procedimiento concursal y es que el despacho del letrado que dirige el concurso del Córdoba como empresa es Aguayo abogados, muy importante en ese sector en Córdoba y muy competente, y a los tres meses de la venta en mayo, en septiembre, creo que fue cuando ese bufete cesa y es nombrada letrada del club una señora de Málaga que es la socia del bufete del administrador concursal. No es que lo digamos nosotros, es que reconocen con un déficit deontológico muy importante que los intereses son los mismos, cuando en la filosofía de la ley concursal están para defender los derechos de los acreedores y no a la sociedad concursada. Es un elemento clave compartir un bufete de abogados y una señal inequívoca de que van de la mano, y me parece que es un elemento que marca el cambio de rumbo del concurso. No es que tengamos leves sospechas, es que hemos tenido muchas conversaciones con ellos el primer año hasta la declaración de culpabilidad. Nosotros teníamos varios miembros del anterior consejo haciendo el puente con la nueva propiedad: Antonio Prieto, Paco Herrera, Trini... han sido miembros del consejo de administración de González y teníamos muchísima información y no ha salido porque no viene a cuento en este momento. Hubiera salido en enero en el juicio que hemos cerrado, pero el cambio de letrado no fue por otro cualquiera, sino porque el administrador concursal es un elemento objetivo de alianza que no hay que demostrarlo.

--Pero luego hay un juez, un Ministerio Fiscal...

-Dentro de lo que llaman la tardanza judicial, la demora de los temas judiciales, y me gustaría como reflexión ya que me he visto inmerso en uno de ellos que los temas de los que depende el patrimonio profesional o económico de la gente en un concurso tuvieran cierta prioridad sobre aquellos concursos que sean declarados fortuitos y que pueden llevar en el tiempo una relativa tranquilidad en función de los problemas cuando hay un posible perjuicio por medio. Probablemente habría que acelerar eso para que la situación de incertidumbre que genera en la gente afectada se resolviera antes, comprendiendo la carga enorme de trabajo que tiene (el juzgado de) lo Mercantil, que solo hay uno en Córdoba, pero nosotros hemos echado en falta una mayor celeridad dado que nosotros a diferencia de otros muchos concursos sí estábamos puestos en la picota.

--Hablan en nombre de los quince, pero el Córdoba solo les señaló a usted, Prieto, Peña y Herrera. No al resto.

-Yo creo que, por una parte, era un acto de justicia, porque el resto no había tenido una vinculación de responsabilidad directa con la administración y la gestión financiera contable de la entidad, y en segundo lugar como yo sé que no era la rectitud de la justicia lo que imperaba en esa lesión del Córdoba sino introducir una fuente de conflicto entre el consejo de administración para intentar romper su unidad y cohesión frente al hecho de señalar porque éramos los responsables de la gestión, intentaba decir "bueno a ver si a partir de ahora el consejo se divide", es una estrategia tan vieja como el mundo que vimos todos y afortunadamente este consejo ha dado una lección de unidad. Y yo quiero manifestarle mi agradecimiento a todos ellos.

--Habla de "procedimiento", pero no solo ha sido el concurso lo que ha echado a pelear el pasado con el presente del club en los tribunales.

-Cierto, si hay una demanda sorprendente de González contra Prasa, además del concurso, fue pidiéndole dos millones y medio más a él como deuda con el Córdoba. Mirado desde fuera supone que tú compras un activo por un millón que no tiene defectos y le pides al que te lo ha vendido por irregularidades menores dos millones y medio. El que te ha vendido el piso tiene que poner millón y medio de euros más de lo que tú le has pagado. Es un tanto extraño, ilógico desde todo punto de vista. Otra cosa es que se hubiera descubierto que está afectado de alguna causa.

--Pero había una deuda de al menos,ocho millones, ¿no?

-Claro, pero como eso se obvió en todo el procedimiento, pues es un elemento que ha quedado ahí como un verso suelto; tiene poca relación con pedir encima otros dos millones y medio cuando aquello te ha acostado uno. Además, una de las verdades que ha dicho González, y no han sido muchas, ha sido que él no pensaba poner ni un euro en el club y lo ha cumplido. Entonces si tú no pones nada y te cuesta uno y le pides dos y medio al que te lo ha vendido es una falta absoluta de lógica. Además, pensando que nosotros hemos hecho una transmisión de poderes ejemplar. Peña le facilitó toda la información contable financiera, Antonio Prieto se quedó como vicepresidente del consejo el primer año y no veíamos el motivo por el que nosotros que nos habíamos portado bastante bien, que lo único oculto que encontró González son varios jugadores que vendió por tres millones con bastante rapidez, es decir que no estaban contabilizados en el balance porque no te permite calcular lo que vale tu plantilla. Lo que se encontró él fue tres jugadores que los vendió y fueron a las arcas de la nueva propiedad.

--¿Qué pensó el día que marcó Uli Dávila el gol del ascenso? Tendría claro que esto era ya el punto y final.

--Yo la verdad pensaba que a esto le iban a dar carpetazo, porque como ya quedaba tan poco tiempo y el daño ya se había producido, estaba convencido de que en enero el procedimiento iba a ser favorable. Sé que íbamos a ganar tres o cuatro meses, yo tampoco tenía claro porque el juez ya lo había dicho a respuesta de un escrito nuestro que saldada la deuda con los acreedores, que es lo que suponía el ascenso, no por eso había que acabar el concurso. Eso lo dejó dicho el año anterior el juez de lo Mercantil, pero pensé inmediatamente que los administradores concursales iban a tener mucho interés en cerrarlo por este motivo. Ya no tenía interés económico, pero no era ese el que cobraran los acreedores una causa sólida. Los administradores concursales en su petición de los daños causados y tal dicen que la multa que nos deberían imponer son seis millones a cobrar por el Córdoba Club de Fútbol no por los acreedores. Es decir, nosotros podíamos haber estado en una situación tan irracional, como que el Córdoba que no ha sufrido daño económico, que se compra por un millón, recibe seis y los administradores no consiguen cobrar el 50% (...). Es absolutamente estúpido desde un punto de vista jurídico. El gol de Uli Dávila resuelve que ya no hay contenido económico con los acreedores, pero ellos no pedían el dinero para los acreedores. Si el Córdoba sigue en Segunda, los acreedores...

--Pero una cosa llevaba a la otra...

--No, no, en absoluto, porque a nosotros se nos acusa de haber sido desleales con el Córdoba.

--Pero eso es una pieza, no la base del concurso que es saldar la deuda con los acreedores. Sin deuda no hay concurso.

-Teóricamente sí, pero como a nosotros se nos propone una multa que no es para los acreedores, previsiblemente no tienen por qué cobrar más de lo que hubieran cobrado si en el concurso nosotros hubiéramos resultado culpables. Es una ilógica jurídica. A nosotros nos cuesta el dinero, el club se enriquece y los acreedores no cobran. Ese hubiera sido el final de la pieza en el desarrollo posterior. Lo lógico es lo que se ha hecho, que cuando los acreedores cobran el cien por cien, creo que va a ser el primer concurso de España donde los acreedores cobran el cien por cien, lo normal es que no se siga contra los administradores.

--¿No ha llegado a aborrecer el fútbol después de todo?

-El fútbol es una adicción que se tiene, es un virus que te entra y es complicado quitar y lo sabe todo el mundo.

--Ahora entra en la Federación Andaluza.

--Tengo una propuesta en mi mesa hace siete meses para incorporarme y yo dije que hasta que no quedara resuelto el concurso... Al pedirte una inhabilitación profesional es que está uno colgado a la espera de que se resuelva. Me incorporo por las viejas relaciones con el presidente Eduardo Herrera y una relación amistosa. Le tengo gratitud porque Eduardo fue la persona que intercedió y sirvió de puente para recuperar las relaciones del Córdoba con la Federación Española de Fútbol y el Comité Nacional de Arbitros. Ahora, la Federación Andaluza tiene un reto muy importante para el año que viene, que es el año de su centenario, con un montón de actividades, alguna de ellas estructurales como la creación del museo del fútbol de Andalucía, y voy a cooperar.

--¿Y qué me dice del equipo este año en Primera?

--Yo creo que lo bueno de la afición al fútbol es que se puede ser muy crítico con Florentino Pérez y el corazón madridista ruge a toda pastilla, y un barcelonista igual, incluso con más mérito los tiempos que corren. Después del ascenso magnífico pero con una dosis de suerte, no por el gol de Uli Dávila sino porque uno espera que sea triunfal y no fue así, fue convulsa con cambio de entrenador, sin ganar nunca en casa, una temporada curiosa que ya se estudiará con tranquilidad en el futuro. Claro, cuando eso ocurre deberían de tomarse las decisiones propias de estar en Primera y eso es lo que yo he echado de menos. Desde el punto de vista del entrenador hasta finales de octubre hemos tardado en resolverlo con un cambio que ofrece ya garantías, con Djukic nos hemos quedado tranquilos. Y después la confección de la plantilla, aquellos análisis deportivos al comienzo de la temporada desgraciadamente se están cumpliendo: la debilidad de la defensa, la falta de laterales, pivote, eso desgraciadamente se está viendo y hay veces que los teóricos y analistas tienen razón, no siempre es fútbol es fútbol, sino que la lógica impera y ese déficit es el que me preocupa ahora mismo como aficionado.