Lance Armstrong sigue con la puerta del dopaje abierta y con su fortuna amenazada por los diversos pleitos desatados contra él en Estados Unidos después de que confesó públicamente en enero del 2013 que se había dopado durante toda su carrera deportiva, lo que le costó, entre otros títulos, ser desposeído de las siete victorias del Tour.

De los siete triunfos logrados en París, seis de ellos los consiguió bajo el patrocinio de US Postal, la compañía estatal de correos en Estados Unidos que ahora le reclama, por daños y perjuicios, 100 millones de euros (946.000 euros) al considerar que tras la confesión de dopaje han sufrido pérdidas por culpa suya. Los abogados del excorredor tejano han tratado desesperadamente de evitar un juicio en el que ahora Armstrong deberá defender, según su versión que US Postal obtuvo grandes beneficios mientras él lideró su equipo ciclista. Un juez del distrito de Columbia ha opinado todo lo contrario, razón por la cual los tribunales deberán dictar sentencia.