Ya es casi una tradición que una de las primeras actuaciones que realizan los presidentes del Instituto Municipal de Deportes de Córdoba cuando acceden al cargo es interesarse por el estado del edificio del antiguo polideportivo del Sector Sur y prometer que se convertirá en piscina cubierta. Miguel Reina, actual responsable del deporte cordobés, ya lo ha hecho y se ha entrevistado con asociaciones de vecinos como Guadalquivir y Fray Albino y con la Junta "para retomar el tema y aclarar la titularidad del inmueble". Tal y como hicieron Juan Pablo Serrano, José Antonio Cabanillas, Juan Pérez o Alfonso Igualada, sus antecesores. O lo que es lo mismo, que la situación del caso es anacrónica, que viene de largo, que dura ya más de una década

Entonces, ¿dónde está el problema? Pues en que en once años las administraciones no han sido capaces de ponerse de acuerdo para sacar adelante el proyecto. El edificio pertenece a la Asociación Huertos Familiares, que depende de la Subdelegación del Gobierno, que debe cederlo al Ayuntamiento y este a su vez debe traspasarlo a la Junta para que esta ejecute la obra. Todo un puzzle que se complica más si se trata de instituciones de distinto signo político.

Luis Martín, presidente de la Gerencia Municipal de Urbanismo, confirma que el inmueble es propiedad de Huertos Familiares y añade que hace un tiempo desde Urbanismo se hizo una valoración del edificio y un borrador de convenio a tres bandas que no llegó a firmarse. Sobre la retirada de fondos por parte del Imdeco para derribar el viejo polideportivo, Martín cree que "no se puede hacer una demolición si no hay garantías de financiación de obra nueva".

El viejo poli , el polimecano o el policubetas se jubiló en el año 2001. Se le agradecieron sus muchos años de servicio y pasó a mejor vida. Sus graderíos dijeron adiós al clamor de las hinchadas y su pista central y única quedó en el recuerdo de un par de generaciones de deportistas. El polideportivo se inauguró en el año 1965, construido por el ente denominado Huertos Familiares, y nació con el orgullo de ser el primer pabellón cubierto existente en Andalucía. El partido que se disputó para tal ocasión fue de baloncesto y enfrentaba al Real Madrid y al Piscinas Sevilla.

Precisamente el baloncesto sería el deporte rey en este recinto y el que más gloria dio al viejo Poli. El Club Juventud Baloncesto empezó su andadura en este recinto en el año 1973, fecha de su fundación, y la primera remodelación llevada a cabo en el pabellón fue en 1975 y, al igual que todas las realizadas en el mismo, fueron obligadas por necesidades del equipo de basquet. La primera pista sobre la que se jugaba era de asfalto.

El primer lavado de cara del recinto consistió en colocar una nueva pista y un marcador electrónico. La segunda remodelación tuvo lugar en la temporada 1984-85 y en ella se colocaron gradas supletorias y la pista de baloncesto se dibujó de forma diferente a como se encontraba hasta ese momento.

La temporada siguiente, la 85-86, contempla un ascenso de categoría del primer equipo de baloncesto de Córdoba, a Primera B, y las normas exigían tener un mayor aforo, por lo que se produce la tercera remodelación del Poli, que consistió en colocar gradas en los fondos. El Polideportivo vio con expectación la llegada de los dos primeros americanos al baloncesto cordobés. Era la temporada 86-87 y se trataba de la pareja formada por Bradem y Morrow, un alero y un pívot de categoría. Al año siguiente se produce el fichaje del jugador americano más carismático de la historia del club cordobés; era Gerwin, que formaba pareja aquella temporada con Adams.

Por el pabellón pasaron equipos como el Ignis de Varesse, con Oscar Smith Becerra, o la selección de le URSS en una de sus últimas comparecencias como tal, antes de ser Rusia.

El balonmano fue el segundo deporte en importancia que ha creado historia entre los muros del pabellón. El primer embrión de esta actividad surgió de la categoría juvenil del equipo del Club Juventud, el mismo que triunfaba en baloncesto. El auge que tomaba este equipo hizo que se creara un club independiente, el Ebasur.

Al final, tras la concesión de la autonomía a la comunidad andaluza y la cesión de competencias a la Junta, esta ejecutó la cuarta y última remodelación, consistente en la colocación de una pista de madera.

Tras su cierre el polideportivo del Sector Sur solo volvió a tener vida cuando el 1 de mayo del 2009 fue convertido en Centro Social Okupado Autogestionado, pero el sueño de los okupas solo duró dos meses y medio.